La iglesia de Santiago, un templo del siglo XVIII convertido en icono de los daños causados por los terremotos de 2011 al patrimonio cultural de la ciudad, ya muestra en su altar mayor un nuevo retablo, réplica de otro destruido en 1911 por un incendio, y con el que la recuperación del edificio tras los seísmos se da por concluida.

La conservación de documentos y fotografías de aquel retablo perdido ha servido ahora a los artesanos para realizar la réplica que ya preside el altar mayor del templo, que reabrió sus puertas hace unos meses tras ser reconstruido. Esta iglesia fue el templo católico más dañado por los terremotos. Se desplomó por completo el crucero y la cúpula, de modo que el edificio quedó a cielo abierto.