Un laudo de la Corte Arbitral de Madrid obliga a pagar a la empresa Acciona un canon que venía cobrando hasta el año 2011 (en total, 10,5 millones de euros) por la gestión de Sercomosa, sociedad ésta cuyo socio mayoritario (51%) es el ayuntamiento de Molina de Segura, cuyo alcalde en funciones, Eduardo Contreras, ha ofrecido como contraprestación el comprarle su parte (49%), de manera que la empresa pase a ser totalmente municipal (incluidos sus trabajadores) y se evite la quiebra que supondría tener que afrontar el pago de esos 10,5 millones de euros de canon impagado.

El 18 de julio de 1990 se fundó la empresa con 14 socios trabajadores integrados en los servicios de depuración y recogida de residuos sólidos urbanos, bajo la fórmula jurídica de una Sociedad Anónima participada mayoritariamente por el Ayuntamiento.

Acciona consideraba al ayuntamiento como cliente con Sercomosa, con 353 personas en plantilla, y sesenta mil vecinos afectados en el servicio de agua potable procedente de la Mancomunidad de Aguas del Taibilla, así como la limpieza viaria, la recogida de basuras y el alcantarillado, entre otros.

Según fuentes municipales, en el año 2011 y para sortear la crisis se llegó al acuerdo de un Plan de Viabilidad en el que el Consejo de Administración asumía la gestión anteriormente delegada en Acciona. La decisión de operar la compañía con los medios propios fue recurrida por Acciona en la Corte de Arbitraje de Madrid, que se ha pronunciado, mediante laudo, en el sentido de que está en vigor el contrato por el cual Sercomosa debía de ceder la operación y pagar el canon de operador.

Ante esta situación y como presidente del Consejo de Administración, Eduardo Contreras ha propuesto que se elaboren los informes necesarios por los servicios jurídicos de la empresa y también por parte de la Secretaria General del Ayuntamiento y los servicios de Intervención Municipal a fin de garantizar por parte del Ayuntamiento la gestión de todos los servicios públicos y el mantenimiento de los puestos de trabajo de los trabajadores de la empresa.

También ha ofrecido a Acciona la posibilidad de «desinvertir» en la sociedad, con lo cual Sercomosa pasaría a ser prácticamente de capital público casi al cien por cien.

El citado Plan tenía una duración que concluía el próximo mes de diciembre y que contemplaba que el Ayuntamiento como ´cliente´ tenía que hacer frente a la deuda que mantenía con la empresa y debía equilibrar los servicios deficitarios mediante la subida de tasas y tarifas, «aún a pesar de haber disminuido de forma sustancial los ingresos municipales».

Asimismo los trabajadores de la empresa se tenían que reducir su tiempo de trabajo y su sueldo entre un 10 y un 20 por ciento, los accionistas debían de dejar a reservas voluntarias de la empresa como mínimo el 70 por ciento de los beneficios de la misma y la empresa tenía que ahorrar en gastos no obligatorios más de 500.000 euros de patrocinios y gastos suntuarios.

La gestión de la empresa se debía de llevar por unos profesionales dependiente del Consejo de Administración, por tanto Acciona no debía de percibir el canon de operador ni el pago por la figura de un consejero delegado -esta medida suponía el control de la empresa en cuanto a su gestión a la mayoría del capital social, al ayuntamiento de Molina de Segura-.

Este plan se aprobó por el Consejo de Administración con los votos de la mayoría municipal, por lo cual fue puesto en marcha. Sin embargo, Acciona recurrió a los tribunales de derecho mercantil los acuerdos de los consejos de administración y los acuerdos del Ayuntamiento vía contenciosa administrativa, y, tras otras sentencias en contra, ha llegado este laudo.