«Calles sin asfaltar y en peligro de hundimiento, falta de carreteras de acceso, grave deterioro de las redes de saneamiento y agua potable, inexistencia de servicios de depuración, riesgo de catástrofes por riadas de gran magnitud (ya producidas), proliferación de plagas de ratas e insectos, ausencia de zonas destinadas a escuelas, parques, jardines, centros deportivos, culturales y de ocio», es el triste y desolador panorama que se encontró la cónsul del Reino Unido, Sarah Jane Morris, en la visita que, motivada por las denuncias públicas de los vecinos, realizó a la mayor urbanización de la Región de Murcia, Camposol de Mazarrón, como explican desde la ONG Murcia Transparente.

Alrededor de 4.000 viviendas habitadas por más de 5.000 vecinos, de los que un 75% son ciudadanos británicos, viven con las carencias de este gran complejo residencial, planteadas en diversas instancias nacionales e internacionales y sacadas a la luz pública de los medios de comunicación por parte de la ONG regional, que se remontan al mismo momento de su construcción hace ya más de dos décadas.

«Estamos ante una situación que, atentando contra los más elementales derechos y la calidad de vida de sus vecinos, no ha recibido por parte de los diferentes gobiernos que se han sucedido en el ayuntamiento de Mazarrón ni por las demás administraciones responsables el más mínimo tratamiento y solución efectivos», lamentan desde Murcia Transparente.

Los vecinos aseguran que «como urbanización orientada al establecimiento en sus contornos de población europea jubilada, Camposol ha estado desatendida por completo en lo que a prestación de servicios básicos se refiere, tanto por la empresa constructora, Justo y Manoli, -que en un principio y hasta su suspensión de pagos tenía asumidas las competencias para cubrir las necesidades prioritarias de los residentes- como por el consistorio municipal de Mazarrón -que desde el año 2011 tiene contraída la obligación de atender los servicios urbanos de esta macrourbanización-».

La visita de la cónsul británica a Camposol estuvo motivada en gran parte por las quejas continuas formuladas por su ´Asociación de Residentes´ al Ayuntamiento mazarronero «mediante un sinnúmero de escritos de peticiones y de reuniones con sus sucesivos alcaldes y concejales», dicen.

Por su parte, el ayuntamiento de Mazarrón aseguró a esta Redacción hace unas semanas que quiere solucionar, de una vez, la situación de ´alegalidad´ y las múltiples carencias que aquejan a la urbanización Camposol desde hace casi dos décadas. Tras aprobar la recepción de la urbanización por parte del Consistorio, acuerdo que le faculta para asumir el mantenimiento de todos los servicios públicos (luz, agua, basura, mantenimiento de calles y jardines, etc..), adoptado en verano, ahora el alcalde, el socialista Francisco García, se ha comprometido con los residentes de esta urbanización a elaborar «un informe sobre la situación real en la que se encuentra Camposol y la elaboración de un plan que permite la legalización de todas las viviendas que aún se encuentren en situación irregular».