La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha comenzado la repoblación de olmos en la rambla de Tobarrilla, en Yecla, lugar en el que se encontraba la olmeda más importante de la Región de Murcia, que se vio afectada por una plaga de grafiosis. Los árboles, que han sido cedidos de forma gratuita por el Centro Nacional de Recursos Genéticos Forestales, dependiente del ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, son resistentes a la grafiosis y proceden del 'Programa Nacional de Mejora y Conservación de los Recursos Genéticos de los Olmos Ibéricos'. En total, en esta primera fase, se han plantado 200 olmos, aunque está previsto plantar 800 más durante el próximo otoño.

Asimismo, la CHS mantendrá una colaboración directa con el ayuntamiento de Yecla en la conservación de la olmeda. Para ello se ha propuesto la firma de un convenio con la asociación Anida, en el que también colaboraría el Consistorio, para la custodia del territorio. Gracias a este acuerdo se garantizará el mantenimiento de la actuación realizada. El proyecto, que supone una inversión de 60.000 euros, incluye también el despejado del cauce, para garantizar su capacidad hidráulica, así como trabajos de refuerzo en los márgenes y la protección del acceso a unas antiguas galerías de riego. Por lo que respecta a la olmeda, antaño era considerada la más importante de la Comunidad murciana, con unos 4.000 ejemplares de olmos, que en los años noventa se vieron afectados por una enfermedad fúngica denominada grafiosis.

Como resultado de este mal, la arboleda declinó hasta limitarse a unos pocos ejemplares, con el efecto negativo añadido de que los troncos enfermos bloquearon la rambla. Así, las obras suponen la retirada de los árboles muertos y la eliminación de la vegetación invasiva, principalmente cañas, en una longitud de 1,5 kilómetros en el cauce. Finalmente, la CHS va a recrecer los muros de los pozos de acceso y ventilación de una galería de riego ubicada en la zona y que data del siglo XVIII, con el fin de evitar posibles accidentes de visitantes a la rambla. Estas cavidades merecen ser conservadas pues son además el hábitat de numerosas aves insectívoras y otras especies.