La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha mostrado su "apoyo incondicional" a los agentes del cuartel de Archena, después de la muerte de un hombre este miércoles en el puesto de dicha localidad, según han informado fuentes de la asociación en un comunicado de prensa.

Asimismo, la AUGC ha lamentado el fallecimiento de una persona en las dependencias de la Guardia Civil en Archena y trasladamos nuestro más sincero pésame a su esposa, hijos y familiares. Desde luego los familiares y vecinos lo califican como un buen hombre y nosotros estamos seguros que es así.

Pero ello no es óbice, añade, "para que rechacemos rotundamente las declaraciones realizadas por los familiares a los medios de comunicación, somos conscientes que en estos momentos de dolor es cuando más se manifiesta el sentimiento de rabia, pero no podemos permitir que se pretenda inculpar judicialmente a nuestros compañeros, ni hacer dudar de su honor y profesionalidad".

Además, la asociación en el comunicado explica que de la investigación realizada por la Policía Judicial y de la autopsia hecha por el médico forense "se certifica que la muerte de Juan José fue por causas naturales, en concreto por un fallo cardiaco agudo. Las propias declaraciones de los familiares afirman que tenía antecedentes médicos, que llego alterado al acuartelamiento, que agredió con un puñetazo a un guardia civil y que fue reducido por los agentes".

Por ello, ha matizado que "en ningún momento Juan José fue agredido, es más se le trato de calmar continuamente atendiendo a su estado alterado y a su edad. Los guardias civiles actuaron con diligencia y profesionalidad, avisando en un primer momento a una ambulancia para atender a la esposa por un sincope e inmediatamente a una segunda ambulancia porque Juan José presentaba un fallo cardiaco, del cual se intento reanimar, siendo el desenlace inmediato en apenas dos minutos".

"A mí marido le dieron guantazos, yo lo oí desde fuera". Lo asegura Pascuala, viuda del hombre que falleció este miércoles en el cuartel de la Guardia Civil de Archena.

"Dejadlo quieto, no pegadle", dice la mujer que les dijo a los agentes. Y que, en un momento dado, escuchó, sobre su marido: "Está tirado en el suelo, ya le ha entrado algo, ¿ahora qué vamos a decir?"

El juzgado de Instrucción número 1 de Molina ha recibido este jueves por la mañana el informe preliminar del Instituto de Medicina Legal de Murcia, en el que como conclusión provisional se establece la "etiología natural" de la causa de la muerte del hombre en el Cuartel de la Guardia Civil de Archena.

A la espera de los resultados de otras pruebas practicadas, y del informe definitivo de autopsia, los forenses concluyen, de forma preliminar, que la causa inmediata de la muerte fue una "insuficiencia cardiaca aguda".

El hombre, de 60 años, fallecia este miércoles en el interior del cuartel de la Guardia Civil de Archena, según confirmaron fuentes de la Benemérita, que abrió una investigación interna para conocer lo ocurrido.

Según estas fuentes del instituto armado, el hombre acudió a las dependencias de la Guardia Civil para informarse de la denuncia que ese momento estaba poniendo contra él otra persona, a quien tenía alquilada una vivienda.

En ese momento el hombre, que había acudido al cuartel "bastante nervioso y alterado", según las citadas fuentes, se desplomó y cayó al suelo.

Los guardias civiles presentes en ese momento intentaron reanimarle en el cuartel, pero no pudieron hacer nada.

Dieron aviso a los servicios médicos, que solo pudieron certificar el fallecimiento.

La investigación interna de la Guardia Civil tiene como finalidad aclarar lo que ha ocurrido. La autopsia revelará cuál fue la causa de la muerte de este ciudadano.

Pascuala Gomariz y tres de sus seis hijos (tuvo siete, pero una de ellas falleció) estaban este jueves descompuestos por el dolor, pero atendían con la mayor compostura posible a los medios de comunicación y a los vecinos que acudían a su vivienda del número 10 de la calle Mula de Archena para interesarse por ellos.

«Mi padre era un defensor de la ley y se cuadraba cuando pasaba al lado de un guardia civil», declaraba María Pérez Gomariz, una de las hijas, convencida todavía de que algo le hicieron a su padre en el cuartel, pese al resultado de la autopsia.

No obstante, reconoce que el carácter de su padre sufrió un cambio cuando hace varios años pacedió la trombosis que le obligó a jubilarse. «Era muy bueno y muy cariñoso. Pero cuando alguien se metía con él, se alteraba demasiado», afirma la hija.

Pascuala Gomariz, la viuda, estaba todavía en estado de shock y se lamentaba de no haber podido convencer a su marido de que no fuera al cuartel de la Guardia Civil cuando lo llamaron para responder por la denuncia que le había puesto su inquilina Rosa.

«Ella había venido aquí por la mañana y montó un espectáculo por el corte de agua y luz. Yo no quería que fuese porque sabía cómo se iba a poner», señalaba ayer entre sollozos Pascuala, que insiste en asegurar que escuchó a su marido quejarse de unos supuestos golpes cuando se encontraba con los guardias civiles, exclamando «sinvergüenzas, bandoleros, queréis matarme».

La viuda dice también que podría reconocer al guardia civil que, según afirma, se sobrepasó con su marido, aunque afirma que no lo conocía de haberlo visto antes por la localidad. Tanto ella como su hija esperan que haya cámaras en la habitación donde fue recluido, y falleció más tarde, Juan José Pérez Lozano.

En Archena, donde todo el mundo hablaba del suceso, comentaban que el vecino que murió el miércoles en el cuartel de la Guardia Civil era «una buena y humilde persona».