El «estrés hídrico» provocado por la sequía y la falta de savia suficiente para dar flexibilidad a la copa del árbol puede estar detrás del desprendimiento de una rama de un ficus centenario que este martes causó varios heridos leves en la ciudad de Águilas.

Los dos heridos de mayor consideración fueron dados de alta en la mañana de ayer en el hospital Rafael Méndez de Lorca, después de que la rama se precipitara sobre ellos desde una altura de 20 metros, aunque uno se produjo las heridas al caer al suelo intentando esquivar el golpe.

El árbol se encuentra precintado junto a otro de la misma especie y antigüedad, unos 110 años, a la espera de que varios expertos, entre ellos algunos ingenieros agrónomos especializados en ejemplares arbóreos de gran porte, estudien su situación y se evalúen la posibilidad de instalar barreras físicas que impidan la caída de nuevas ramas.

El concejal de Seguridad Ciudadana de Águilas, Francisco Clemente, explicado ayer que estos árboles son sometidos a podas regulares y examinados con frecuencia por expertos dado su imponente perímetro y altura.

La posibilidad de instalar elementos de contención de las ramas similares a los que fueron colocados en los ficus de la plaza de Santo Domingo de Murcia ante sucesos similares que también se saldaron con personas heridas no está descartada, según ha indicado a Efe, aunque esa solución parece insuficiente ante la altura y perímetro de expansión de las ramas, algunas de ellas muy pesadas.

Clemente confirmó el alta médica a los heridos, que formaban parte de un grupo de turistas de Valladolid que pasaban sus vacaciones en San Pedro del Pinatar y que atendían las explicaciones de un guía sobre la singularidad de estos árboles ubicados en la plaza de España de Águilas cuando ocurrió el accidente. El resto de afectados por el accidente (seis mujeres) recibieron atención médica en el centro de salud Águilas Norte, la mayoría por crisis de ansiedad, y fueron trasladados después al hotel donde se hospedan.