El cierre de las dos plantas de tratamiento y cogeneración energética de purines de cerdo, como consecuencia de la reforma del sector eléctrico, no han causado problemas de tipo medioambiental en Lorca, según confirmó el ayuntamiento de la ciudad, pese a que ambas instalaciones se ocupaban del tratamiento de 196.000 toneladas de residuos orgánicos de cerdo al año. Las plantas de tratamiento de El Hinojar y Tercia suspendieron la actividad hace ocho meses tras el anuncio del Gobierno de reducir un 40% las retribuciones que recibían esas instalaciones, de las que había 29 en España, tres de ellas en la Región.

El concejal de Medio Ambiente, Melchor Morales, aseguró que la clausura de las plantas no ha supuesto, de momento, «ningún problema» ya que los residuos están siendo gestionados por los propios ganaderos y en su mayor parte sirven de enmienda orgánica para uso agrícola. La extensión del municipio y la presencia de cultivos intensivos en los que aplicar ese abono minimiza los efectos que el exceso de purines puede producir en Lorca, aunque el concejal de Medio Ambiente no descarta que «en el futuro pudiera generar algún problema».

Según indicó el edil, las opciones para el tratamiento y reutilización de este residuo orgánico serán abordadas con conferencias y mesas redonda específicas que se han programado en la Semana Nacional de Ganado Porcino, que se celebrará en Lorca ente el 15 y 18 de este mes de septiembre.

Advertencia de los afectados

Cuando se produjo el cierre de las plantas, el pasado febrero, el portavoz de los trabajadores afectados, Antonio Marín, advirtió de la posibilidad de que se crearan graves problemas ambientales ya que «no hay tierra en la Región de Murcia para echar las toneladas de purines que se generan todos los días» y recordó que ambas instalaciones trataban alrededor de las 260 toneladas al día.