­El aeropuerto de San Javier vivió ayer por la tarde momentos de tensión cuando las familias de acogida de los niños saharauis se negaron a que cinco niños se quedaran en tierra.

Cuatro patrullas de la Guardia Civil se personaron en el aeródromo para mediar en el conflicto ya que, según las familias, la delegación del Pueblo Saharaui en la Región se negaba a embarcar a los menores, aduciendo que esos niños no habían venido con la delegación murciana. Algunos padres de acogida se pusieron especialmente nerviosos y se temió que hubiera agresiones.

Javier Ariola, un padre de acogida y miembro de la asociación ´Vacaciones en paz´, explicó que esta organización se había hecho cargo de cinco niños que en principio debían ser acogidos por familias andaluzas.

«Al no encontrar familias allí, en Murcia decidimos hacernos cargo de ellos y ahora, el delegado saharaui en la Región no quiere embarcarlos», manifestó y añadió que el avión con destino a Tinduf debía haber salido hacia las 19.30 horas, con lo que ya llevaba una hora y media de retraso. El avión finalmente partió con todos los niños dentro a las 21.30 horas.

Ariola comentó que el delegado no quería que los niños subieran al avión porque no había sitio, ya que «él quería que entraran seis amigos suyos». Y dejó claro que «no nos vamos a mover de aquí hasta que despegue el avión con todos dentro».

El delegado responde

Por su parte, el delegado del Pueblo Saharaui en la Región de Murcia, Mohamed Labat Mustafa, negó las acusaciones de los padres. «Yo nunca iba a dejar que los niños se quedaran fuera, lo que ha ocurrido es que había cinco niños que han venido de Andalucía pero no con nuestra delegación y yo he tenido conocimiento ahora, cuando hemos venido al aeropuerto, de que tenían que regresar con nosotros», explicó.

Labat insistió en que en todo momento era una prioridad de la delegación que todos los niños subieran al avión, pero que había un problema de sobrecarga.

«Las normas argelinas -país al que pertenece el avión- obligan a que cada 25 niños debe viajar un monitor, y esos son los adultos que van en el vuelo, pero no son amigos míos, sólo conozco a uno o dos», dijo, rechazando la acusación de los padres. Labat lamenta que ´Vacaciones en paz´ sólo quiera participar en la recogida de niños y no en otras campañas de la Delegación, como la caravana de ayuda humanitaria.