El consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, el alcalde de San Javier, Juan Martínez, y el director general del Agua, Joaquín Griñán, presentaron ayer un conjunto de obras de saneamiento, en Santiago de la Ribera, La Manga y La Grajuela, incluidas en el plan 'Vertido Cero al Mar Menor' que supondrán una inversión global de 6,5 millones de euros, con el objetivo de recoger «hasta la última gota» de aguas residuales y de lluvia para su depuración y reutilización.

En concreto, la Comunidad Autónoma construirá dos tanques de tormenta en Santiago de la Ribera, que evitarán que en caso de lluvias torrenciales se desborden los pozos de bombeo y se viertan las aguas al Mar Menor, ubicados en la calle Bernal y junto a la Academia General del Aire, con un coste de 1'4 y 3'5 millones de euros, respectivamente.

Las inundaciones en determinadas calles de la localidad costera, donde vierten dos ramblas, se paliaron hace años con la colocación de unos enormes tubos que canalizan el agua de las tormentas, pero cuando la lluvia es torrencial «se colmata el depósito y se levantan las tapas de las alcantarillas; ocurre en pocas ocasiones, pero es dañino», afirmó el director general de Agua, Joaquín Griñán, durante la presentación del plan de obras de saneamientos que llevará a cabo la Comunidad Autónoma en el municipio de San Javier, a la que asistió el consejero de Agricultura, Antonio Cerdá y el alcalde, Juan Martínez Pastor.

Las obras del tanque de la calle Bernal comenzarán en septiembre y no se descarta la construcción de un tercero, cuando la situación económica lo permita.

Otra de las obras que se llevarán a cabo en La Manga, dentro del término municipal de San Javier, consistirá en la eliminación de 800 metros de las anticuadas tuberías que se colocaron hace 40 años y que se encuentran sobre la misma arena de la playa, sufriendo la entrada de agua de mar.

«La imagen de un veraneante poniéndose las sandalias sobre un pozo resulta muy poco turística», ironizó Griñán. Los nuevos colectores recogerán las aguas residuales de los polígonos L y P de La Manga para ser conducidos por zonas ya urbanizadas, a los pozos de bombeo.

«Es una obra muy compleja y nosotros actuamos entre los polígonos, pero en los chalets tendrán que hacerlo sus propietarios», apuntó el director general de Aguas.

El coste de estas infraestructuras asciende a 900.000 euros.