La iglesia de Santiago de Lorca, cuya imagen dio la vuelta al mundo tras derrumbarse su cúpula como consecuencia de los terremotos de 2011, está volviendo poco a poco a la normalidad hasta el punto que comenzará con su actividad religiosa a partir del próximo curso, según dijo ayer el párroco, Eduardo Sánchez, tras la autorización recibida para ello por parte del Obispo de la Diócesis de Cartagena, José Manuel Lorca Planes. Precisamente, coincidiendo con la festividad de Santiago Apóstol que se celebró ayer, se procedió a la colocación en su camarín de la imagen del santo que da nombre al referido centro.

El regreso de la talla, realizada por el imaginero valenciano José Gerique, constituye el primero de varios actos, que culminarán pasado el verano con la reapertura de la iglesia tras las obras de restauración que se están llevando a cabo para recuperarla de los escombros en los que la convirtieron los seísmos hace algo más de tres años, según indicaron fuentes municipales. Al acto asistieron, junto a un grupo de feligreses de la parroquia y miembros de la Asociación Lorca-Santiago, los concejales de Turismo y Cultura, Francisco Montiel y Sandra Martínez, respectivamente.

La talla de Santiago no resultó totalmente destruida por los terremotos y, aunque sufrió desperfectos, ha podido ser recuperada e instalada de nuevo. Se trata de una imagen del siglo XX, tallada por José Gerique en madera policromada, que representa la figura de Santiago el Mayor. La escultura presenta al santo, vestido de peregrino con un sayo color marrón, de frente sobre una nube y con la mirada hacia el cielo. La imagen ha sido restaurada en los talleres de la empresa Lorquimur, la misma empresa adjudicataria de las obras del templo, quien ha sufragado los gastos de una intervención muy compleja, pues la caída de la cúpula la desgajó en ocho fragmentos, rompiendo las alas de los ángeles, las manos del Santo, parte de la peana y una de las figuras situadas a la derecha del grupo escultórico.