Un hombre y una mujer que fueron sorprendidos por miembros del Cuerpo Nacional de Policía en una finca ubicada en la carretera de Archena-Fortuna con más de 350 kilos de naranjas robadas aseguraron a los agentes que la mercancía procedía de la finca de un amigo y que, por tanto, no la habían sustraído. Así se recoge en una sentencia de la Audiencia Provincial que confirma la dictada por un Juzgado de lo Penal que los condenó, por un delito de robo en grado de tentativa, a seis meses de prisión y a pagar al dueño de la finca 396 euros por los daños causados. Los hechos ocurrieron la madrugada del 20 de mayo de 2009, cuando los acusados rompieron un tramo de la valla con unas tenazas y cargaron las naranjas en el maletero y en los asientos traseros del coche.