El silencio de la noche se rompía anoche en Mula al son de miles de tambores atraídos por la convocatoria que anima cada año a tocar dieciséis horas seguidas sin restricción. Respondían así a la llamada de la Noche de los Tambores de Mula, un evento declarado de Interés Turístico Nacional y que reúne, en torno a este popular instrumento, a miles de personas.

La plaza del Ayuntamiento y su Torre del Reloj, símbolos del tambor en Mula, marcaron el inicio del festejo. Poco antes de la medianoche, la plaza se iba quedando pequeña a medida que recibía a decenas de tamboristas que, ataviados con sus túnicas negras y su tambor, buscaban un hueco para vivir el momento más intenso de la noche. Cuando las agujas del reloj estaban próximas a las doce la plaza era un tumulto de gente que colapsaba todo el espacio disponible así como las calles aledañas. El silencio, el murmullo de los tamboristas, y algún que otro retumbar impaciente, marcaba el preludio de la llegada del despertar de las campanas del reloj que daban paso al estruendo ensordecedor del contacto de los palillos con las pieles de los tambores.

Desde ese momento hasta bien entrada la madrugada, grandes, pequeños, muleños y visitantes vivían intensamente esta tradición que nació como protesta y ha derivado en uno de los signos de identidad del municipio.

La Noche de los Tambores es más que un festejo, es más que un encuentro, es convivir en torno al sonido del repique de tambores. Un repique que no cesará hasta las cuatro de la tarde de hoy cuando las calles se queden en silencio y se dé a paso a la procesión de Miércoles Santo.

Personalidades del mundo político y empresarial regional participan en este festejo como si fueran un muleño más. Redoblando sus tambores por las calles de Mula, este año, además, participó en la fiesta del tambor el presidente de la Comunidad, Alberto Garre, quién no quiso perderse esta gran fiesta acompañado por el alcalde de Mula, José Iborra.

Uno de los principales retos de los amantes de esta fiesta es seguir manteniendo el carácter del tamborista y la tradición del toque del tambor. De hecho, desde el Ayuntamiento, junto con la Asociación de Tamboristas, se está trabajando en la solicitud de declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad para la Noche de los Tambores.