El consejero de Obras Públicas y Ordenación del Territorio, Antonio Sevilla, la directora general de Vivienda, Yolanda Muñoz, y el alcalde, Francisco Jódar, se reunieron el miércoles con un grupo de vecinos del barrio de San Fernando donde tuvieron que ser demolidas 232 viviendas, que aún siguen esperando ser reconstruidas. Allí mostraron a los vecinos el Plan Especial de Reforma Interior (PERI) que se ha tenido que elaborar como paso previo al inicio de las obras y que, según Muñoz, «servirá para favorecer la integración, mejorar la imagen y solventar los problemas que existían hasta ahora y a la vez permite el inicio de la reconstrucción y deja el camino allanado para que el Ayuntamiento pueda otorgar la licencia de obras».

El Ayuntamiento, según Muñoz, tiene ahora un plazo de 10 días para dar su conformidad al plan que se ha presentado y un plazo de dos meses para que se puedan presentar alegaciones. La solución que se ha adoptado, dijo por su parte el consejero, «es la más parecida a la que existía antes de los terremotos y la única que garantiza una reconstrucción rápida».

Al respecto, el presidente de la Comunidad de Propietarios del barrio de San Fernando, Fernando Roldán, ha mostrado su satisfacción tras el encuentro, aunque recuerda que él representa al 80% de los propietarios de las 232 viviendas que tuvieron que ser demolidas y que solo habla en su nombre. No obstante, destaca que «lo que se va a hacer es lo que se había pedido, las mismas viviendas con las mismas alturas" y confía en que las obras comenzarán en breve espacio de tiempo aunque no se compromete a poner fechas concretas.

Hay que recordar al respecto que en este barrio existe una división entre los vecinos respecto a la forma de reconstruirlo. Por un lado están los que quieren una solución parecida a la que había antes de los terremotos y por otro, los que prefieren construir un barrio moderno y distinto al que había aprovechando mejor los espacios.