El empresario F.J.C., uno de los imputados en el 'caso Biblioteca' sobre presunta corrupción en la adjudicación de contratos de obras amañados, ha reconocido en el Juzgado que investiga los hechos que el jefe del Servicio de Asistencia a Municipios e igualmente encausado J.L.C. les indicaba el concepto y el importe que debían figurar en las facturas. Declaró en representación de la empresa 'Asotec'.

Al comienzo del interrogatorio, según fuentes judiciales, el magistrado le informó de que se le iba a preguntar sobre la presunta participación de su sociedad «como empresa pantalla» en la convocatoria de concursos en los que J.L.C. -ya fallecido- ejercía su dominio para, supuestamente, conseguir así comisiones ilegales.

F.J.C. negó haber emitido facturas falsas y aseguró que todas ellas respondían a trabajos realmente realizados por su empresa, aunque reconoció también que J.L.C. en ocasiones les enviaba el modelo de factura con el concepto y su importe. Pero añadió que ello era debido a la actividad «estresante» de este funcionario de la Comunidad Autónoma y que el fin que perseguía con ello era agilizar el pago de esas contrataciones. Igualmente, admitió que su sociedad había emitido algunas facturas ficticias, pero no con ninguna intención ilícita, sino que ello fue debido a que se vieron obligados a reconstruir su contabilidad cuando cambiaron de asesoría y se encontraron sin los soportes contables.

El magistrado le preguntó cuál era la razón de que J.L.C. les remitiera incluso copias de las facturas que ellos iban a emitir, incluso con sus logotipos y sus datos, a lo que contestó que el motivo era el mismo de lo señalado antes: agilizar el pago de las facturas.

«Me sentí utilizado»

Otro de los imputados en el caso, un empresario de Zamora, también declaró en octubre que se sintió utilizado por el ya citado funcionario José Luis C. Diego R., socio de la empresa Instituto Zamorano de Materiales de Construcción (Inzamac), declaró que cuando entró en contacto con José Luis C. desconocía que era un funcionario público. Aseguró que la lejanía de su empresa con respecto a Murcia y lo marginal que era su negocio aquí pudo ser una circunstancia utilizada por José Luis C. «para aprovecharse de ello para meterles en un montón de licitaciones por esta zona».