Ocho disparatados vehículos compitieron en la tercera edición de Autos Locos en un largo recorrido que solo logró ser superado por 'La cama atómica' y 'El autobús amarillo'.

Este último, de la Peña Los Zumbaos y con Jerónimo Castillejo a la cabeza, fue el que mejor puso a prueba el velocímetro para hacerle merecedor del título del auto más veloz y de un premio de cien euros en metálico.

Las majas de las fiestas patronales, como miembros del jurado, otorgaron por su parte la distinción de auto más divertido y auto más original a 'La cama atómica' y al temido 'Barco Pirata'.