En estos 30 años que se cumple de la época moderna de los Carnavales de Águilas, se vuelven a superar todas las expectativas, ayer se convirtió la ciudad costera en un gran teatro callejero, en donde la imaginación, la creatividad, la crítica, y el humor no tuvo límites. En cualquier rincón de la ciudad había una peña, una carroza, un grupo o un individual, dando rienda suelta a sus fantasías carnavaleras.

Conforme avanzaba la tarde, el centro de la ciudad se iba convirtiendo en el lugar de encuentro de miles de carnavaleros. No faltaron monjas, superhéroes, espectaculares fantasías de la nieve y la Peña del Equipo B con trajes de las dos décadas.

Fue al caer la noche cuando comenzaron a congregarse los 'ejércitos' de Don Carnal y Doña Cuaresma. El de Don Carnal, Salvador Hernández, llenos de colorido, fantasía, se reunió en el Huerto Don Jorge. El ejército de Doña Cuaresma, Inmaculada Vidal, se citó en la Plaza de San José, con un riguroso luto, con colores oscuros. Desde sus lugares de encuentro partieron en desfile hacia la Plaza de España, cargados de armamento, Cascarones de Confetis.

Abriéndose paso en la multitud y con la belleza que define a la inspiración del Carnaval, llegó al Ayuntamiento la Musa de los Carnavales de Águilas, Gema Moreno, quien fue recibida por el alcalde Bartolomé Hernández.

Y llegó el momento apoteósico de los carnavales aguileños, se enfrentaron en una dura lucha, Don Carnal y Doña Cuaresma, miles de cascarones volaron de un bando a otro, lucha que continuaron en el escenario del carnaval con la Batalla Dialéctica.

Jordi Rebellón fue el encargado de dar el pregón desde el balcón del Ayuntamiento, el alcalde Bartolomé Hernández, dio permiso para disfrutar del carnaval.

Según Paco Clemente, concejal de Seguridad Ciudadana, unas 75.000 personas disfrutaron ayer de los carnavales en Águilas. Para todo el fin de semana se espera que sean unas 150.000 las que pasen por la ciudad costera.