La Guardia Civil localizó ayer, tras tres días de búsqueda, a un vecino de Bullas que permanecía desaparecido desde el pasado jueves en Cantabria. Juan Escámez, de 82 años de edad, fue hallado moribundo a doscientos metros del hotel en el que se alojaba y en el que disfrutaba de unos días de vacaciones. Era vecino de la pedanía bullense de La Copa y formaba parte de una excursión de jubilados procedentes de Bullas, Caravaca, Mula y Cieza, que llegaron el jueves a Arnuero (Cantabria) con la intención de permanecer en esa zona hasta hoy.

El hombre salió del hotel el jueves por la tarde para dar un paseo en solitario. Las horas pasaron y comenzó a llover con fuerza, pero Juan no regresaba, hecho que preocupó a la familia. Lograron comunicarse con él, «pero estaba desorientado y no supo dar ninguna referencia de dónde podía encontrarse, ni hacia qué lugar había dirigido sus pasos al salir del hotel», confirmó ayer a LA OPINIÓN uno de sus yernos, José Antonio Sánchez, quien asegura que sólo indicó que estaba en un campo, debajo de un árbol y que desde el lugar en el que se encontraba oía cerca el sonido de unas cabras. Sin más referencias.

Desde uno de los primeros vehículos que la noche del jueves se sumó a la búsqueda le pidieron que tratara de escuchar el sonido del claxon que hacían sonar. Juan, conocido en La Copa como ´Juan el de la Socorra´, respondía que sí escuchaba la bocina, pero lejana.

La búsqueda nocturna resultó infructuosa. A primera hora del viernes volvieron a contactar con el jubilado, que respondió, pero apenas balbuceaba y tampoco pudo señalar dónde estaba.

La búsqueda continuó durante todo el fin de semana y a ella se unieron un centenar de personas entre agentes de la Guardia Civil y efectivos de Protección Civil -que también aportó seis perros rastreadores adiestrados-, Cruz Roja y Policía Local de Arnuero y de los municipios vecinos. Repartidos en grupos, peinaron y rastrearon el amplio territorio donde pudiera hallarse Juan, ayudados por dos helicópteros.

Asimismo, se autorizó judicialmente una investigación sobre el teléfono móvil del desaparecido y se pudo averiguar que la última llamada que realizó tuvo entrada por un repetidor ubicado en la zona.

Poco antes de las diez de la mañana de ayer uno de los equipos participantes avisó del hallazgo del hombre, moribundo, en el interior de una finca particular, situada a unos doscientos metros del hotel en el que se alojaba Juan, junto a los cincuenta excursionistas.

El lugar donde fue encontrado es una zona de difícil acceso, por lo que se supone que el hombre se desorientó y llegó allí tras pasar por una zona rocosa, sin que su presencia fuera detectada ni siquiera por los dueños de la propiedad.

Según explicó ayer José Antonio Sánchez, Juan fue hallado con vida, pero falleció a las pocas horas, tras permanecer desde el jueves a la intemperie y sin su medicación.

Las tres hijas del fallecido se desplazaron hasta Cantabria en cuanto conocieron la noticia de su desaparición el jueves. Está previsto que mañana se oficie el funeral en La Copa.

Primer viaje desde que enviudó

Juan era asiduo a este tipo de viajes, pero dejó de lado esta actividad hace dos años y medio, cuando falleció su mujer. Cantabria era su primer destino desde entonces y «estaba muy ilusionado», comentó Sánchez.

El ayuntamiento de Bullas ha decretado el luto durante el día de hoy. Los vecinos se mostraron incrédulos al conocer la noticia del fallecimiento de este vecino de una pedanía de poco menos de 700 habitantes. Juan Escámez era una persona muy activa a pesar de su edad y colaboraba mucho en el pueblo, incluso se había encargado del mantenimiento de uno de los parques de La Copa.