Los vecinos de las pedanías altas de Lorca disfrutan de sus últimos días de veraneo en la playa artificial de Coy con la esperanza puesta en poder contar el año próximo con el servicio de chiringuito que han tenido otras veces y que en esta ocasión no ha podido ser, por no haber llegado la licencia a tiempo, según el alcalde pedáneo de la población, Blas Olmedo.

Cada fin de semana de la época estival, los vecinos se concentran en torno a lo que consideran su playa para hacer más llevaderas las fechas más tórridas del año, sin echar en falta las del litoral.

Desde hace aproximadamente una década, los cerca de 550 vecinos con los que cuenta la pedanía de Coy, a los que se añaden los de otras poblaciones de alrededor, disfrutan cada verano de algo que les acerca a la realidad de esa estación del año y que les ayuda a soportar las altas temperaturas.

Se trata de la playa artificial que construyeron con la ayuda del Ayuntamiento en el paraje conocido como La Fuente, ubicado a escasos metros del núcleo de población. Con una cota que va desde los 0 a los 1,70 metros de profundidad, y con una anchura aproximada de unos 50 metros niños, jóvenes y mayores no envidian cada año ninguna de las magníficas playas con las que cuenta el litoral murciano.

Según cuenta Olmedo, el agua procede del manantial que abastece a la población y recuerda que primero es el consumo humano, después el regadío de la huerta y por último los baños. Así, en una superficie próxima al pueblo han aprovechado el terreno para construir esta zona de baño cuya agua aprovechan después para el regadío de sus tierras. En este lugar no faltan tampoco las barbacoas, espacio para el juego y la distracción, las mesas y sillas entre los pinos y hasta las sombrillas de paja, como si de un espacio del exótico Caribe se tratara.

El alcalde pedáneo asegura que "no hace falta desplazarse hasta Mazarrón o Águilas, porque aquí lo tenemos todo, pese a lo cual hay familias que prefieren hacer el largo recorrido hasta el litoral".

Para bañarse en la playa artificial de Coy, explica el edil, "no se pide la documentación a nadie y todos son bien recibidos vengan de donde vengan".

La necesidad surgió, añade Olmedo, "al no disponer de piscinas en la zona, tras lo cual consideramos que ésta era la mejor opción". Sin embargo, reconoce que este año ha faltado la apertura del chiringuito, que no ha podido abrir sus puertas porque la licencia llegó tarde y la persona encargada de ello entendió que ya no merecía la pena de abrirlo. No obstante, el pedáneo afirma que «los bares del pueblo se encuentran a escasos metros del lugar».

Cada fin de semana, son decenas las personas que pasan el día en el entorno de la playa y entre chapuzón y chapuzón aprovechan para degustar los más variados platos de la gastronomía de la tierra, para dormir la siesta o para distraerse con una partida de dominó o a las cartas.

Para aquellos que no sean de Coy, el alcalde pedáneo les invita a desplazarse hasta allí, para conocer mejor este bello rincón del municipio lorquino, degustar su gastronomía y, al mismo tiempo, llevarse como recuerdo, si lo prefieren,una alfombra como trabajo artesanal típico de la zona.

La playa de Coy abre sus puertas a finales de junio y permanece en funcionamiento hasta primeros de septiembre, una vez que la temperatura ha refrescado, lo cual en esta zona del municipio suele ocurrir antes que en el resto del municipio.

La empresa municipal Aguas de Lorca es la encargada de llevar a cabo cada año la limpieza de la citada playa y controlar su funcionamiento. El agua que aporta procede de un nacimiento que, según el pedáneo, «este año se ha visto mermado con motivo de la sequía».