Definitivamente, la crisis no puede con una mente inquieta e innovadora como puede ser la de Francisco Marín, un joven empresario ciezano que, a pesar de los tiempos que corren, se ha embarcado en el proyecto de montar un nuevo negocio.

Finalizó hace ya algunos años su carrera de Gestión y Administración Inmobiliaria en la UCAM, un título que pretendía utilizar para continuar con el negocio familiar ligado a la construcción, que regenta su padre. Como a muchos, la crisis lo dejó en la estacada.

Pero lejos de dejar pasar el tiempo acogiéndose a subsidios y otras ayudas, el carácter emprendedor de Marín ha hecho que se haya embarcado en un ambicioso proyecto que, si todo va bien, podría dar empleo a unas 10 personas antes de que finalice el año y con aspiraciones a doblar esa cantidad a lo largo de 2013. Se trata de la firma Lola Recicladora, un nuevo negocio con el que quiere que las empresas le confíen la destrucción y reciclado del papel y archivos certificados.

Se trata, sin embargo, de una segunda idea de este joven emprendedor, porque ya el año pasado inició su aventura empresarial con Donfranquicia Consulting. «Me involucré al máximo con ese proyecto empresarial y lo desarrollé. Se trata de poner al alcance de cualquier persona con ganas de montar una empresa las herramientas necesarias para conocer el potencial que su negocio tiene para introducirse en este novedoso mundo comercial como es el de la franquicia». Y clientes no le faltan cuando ya lleva más de un año funcionando.

Desde 20 euros al mes

Su otro bastión empieza también a hacerse un hueco en el panorama del reciclado para hacer el planeta más sostenible y a un precio razonable. Según Marín, desde 20 euros al mes, cualquier empresa puede confiarle su documentación para que sea destruida cumpliendo estrictamente la legislación vigente.

«El servicio de recogida y destrucción de documentos se realiza tal y como exige la Ley de Protección de Datos. Con ello, se evita sanciones que pueden alcanzar hasta los 601.012 euros. Además de ocuparnos de eliminar la documentación de empresas y administraciones públicas, cuidamos el medio ambiente y por cada diez toneladas de papel reciclado se evita la tala de 150 árboles», explica el gerente de Lola Recicladora.

Pero el compromiso ambiental de Lola Recicladora va más allá que una mera empresa. «El ayuntamiento de Cieza nos ha cedido una parcela de 10.000 metros cuadrados para que podamos llevar a cabo el Bosque de Lola, un proyecto de reforestación con árboles autóctonos. A esta iniciativa se suma una campaña de concienciación ambiental dirigida a escolares», explica.

El joven empresario mira el futuro con optimismo emprendedor, con nuevas ideas para complementar sus proyectos: «El siguiente paso es buscar la expansión nacional, lo que requerirá la creación en Cieza de una nave industrial para el tratamiento del papel».