­Se llama Marcela Fernández Fernández. Pesa 52 kilos, mide 1,63 centímetros, es rubia y vive en Jumilla. Desde el pasado viernes no se sabe nada de ella y su familia la busca desesperadamente. Su madre, Antonia, ha denunciado su desaparición ante la Guardia Civil, que lleva la investigación.

La última vez que la vieron vestía pantalón vaquero azul y camiseta y zapatillas blancas. El pasado viernes, sobre las siete y cuarto de la tarde, la joven de 18 años caminaba por la calle San Francisco y se dirigía a dejar unos zapatos que acababa de confeccionar. Desde entonces, sus padres y sus cuatro hermanos no se saben dónde ha podido ir. «Era una buena chica; solo salía con su cuñada y una de sus hermanas. No tenía amigas, no le gustaba salir de fiesta por las discotecas y, que yo sepa, tampoco tenía pareja», explica su madre, Antonia, angustiada.

Marcela no llevaba teléfono móvil cuando desapareció, por lo que su familia no ha podido hablar con ella. Han distribuido su foto y, por otro lado, Internet y las redes sociales se han convertido en una plataforma de ayuda, aunque de momento no han tenido suerte.

Su madre ruega que si alguien la ha visto que llame a la Guardia Civil o al teléfono 677 73 14 88.