Los agricultores de la pedanía lorquina de La Escucha y alrededores serán los primeros de este término municipal en regar con agua procedente de la planta desaladora Águilas-Guadalentín, según confirmó el presidente de los comuneros lorquinos, Julián Marín.

El acontecimiento, calificado por muchos como «histórico», se producirá a partir de hoy, que está previsto un acto al que asistirán el alcalde, Francisco Jódar, miembros de la Comunidad de Regantes de Lorca y de la Confederación Hidrográfica del Segura, en el que se dará fe del acontecimiento con la llegada de los primeros caudales procedentes de la citada planta hasta el embalse regulador del Cerro Colorado, en la diputación de La Escucha.

Para el presidente de los comuneros lorquinos, Julián Marín, supone «una esperanza para el regadío» aunque reconoce que «con ello no se va a solucionar el problema de falta de agua que siempre ha tenido nuestro regadío, pero es un paso más en beneficio del campo de Lorca porque vamos a poder contar con algo más de agua». Aunque la calidad del agua procedente de la desaladora es buena, Marín considera que «habrá que mezclarla con la procedente de los pozos para que la calidad, sea aun mejor».

El agua de la que dispondrán los agricultores de la zona de aquí a final de año, procedente de la planta desaladora de Águilas, no llega a un hectómetro cúbico, dentro del periodo de pruebas en el que se encuentra la citada infraestructura. Cuando las instalaciones estén a pleno rendimiento, los agricultores lorquinos dispondrán de 23 hectómetros cúbicos anuales.

En cuanto al precio al que se pagará el agua, Julian Marín señala que el metro cúbico sale a 38 céntimos de euro con el IVA incluido.

En la actualidad, los agricultores de la zona que tienen que regar sus tierras con agua procedente de los pozos la pagan a más de 40 céntimos el metro cúbico, mientras que en el regadío tradicional su precio es de 22,5 céntimos el metro cúbico. El presidente de los regantes confía en que habrá subvención por parte del Estado para el agua desalada.

La zona que va a ser regada con el agua procedente de la planta desaladora pertenece al regadío consolidado, es decir , el que no tiene derecho a agua procedente del trasvase Tajo-Segura como ocurre con el tradicional. El regadío consolidado lo forman alrededor de 13.000 hectáreas de terreno distribuidas entre las pedanías de Hinojar, Aguaderas, Purias, La Escucha, La Campana, La Escarihuela y Almendricos donde hay registrados unos 5.000 regantes. El regadío tradicional lo integran 12.300 hectáreas de terreno con 8.500 regantes.

Para poder distribuir el agua procedente de la planta desaladora de Águilas, a través del regadío consolidado, hace falta construir una tubería de distribución cuyo importe supera los 30 millones de euros, cantidad a la que los regantes lorquinos no pueden hacer frente, según su presidente. De momento, lo que se va a hacer es aprovechar las infraestructuras ya existentes para la distribución de agua a través de tuberías que han puesto a disposición de los regantes algunas empresas agrícolas de la zona, dado que no las utilizan en la actualidad.