El Paso Blanco no podrá continuar con las obras de reconstrucción de la capilla del Rosario a partir de septiembre si antes de esa fecha no han llegado nuevas aportaciones económicas, según ha confirmado el presidente de la cofradía, Juan Andrés Ibáñez.

La capilla, que resultó seriamente dañada por los terremotos de 2011, precisa para su reconstrucción de una inversión de 1,6 millones de euros. La obra se ejecutaría en tres fases: la primera, centrada en la cúpula, se lleva una inversión de 800.000 euros; la segunda, que consistiría en la terminación de las torres, subida al coro, el crucero y el cosido de muros cuesta otros 550.000 euros, y la tercera fase consistiría en la eliminación de pluviales y la finalización de las actuaciones en la cubierta.

Para poder ejecutar todos los trabajos previstos hacen falta, según Ibáñez, «compromisos económicos de entidades públicas o privadas o de algún mecenas».

Actualmente, según el presidente de los blancos, se trabaja en las estructuras interiores de las dos torres que coronan la fachada doble de las tres torres con las que cuenta el conjunto monumental de Santo Domingo. Las obras también se centran en los pilares que integran el crucero de la capilla, sin que se puedan reaizar, de momento, los trabajos de consolidación y restauración de pinturas, reconstrucción del cimborrio o reparación de la cúpula y encamisado, unas obras que se quedan sin hacer «porque no hay dinero», por lo que «tampoco se podrá retirar el andamio ni disponer de la capilla el año que viene para los actos religiosos».

La Semana Santa, en el aire

De no recibir nuevas ayudas, se queda en el aire la participación del Paso Blanco en los actos de la Semana Santa del próximo año, tal y como señaló Ibáñez, que recordó que con el dinero que les correspondió procedente del Plan Director de Patrimonio se han acometido las obras de urgencia en el conjunto monumental de Santo Domingo y las obras del Museo de Bordados, que ya ha sido reconstruido y es el lugar donde se llevan a cabo los actos religiosos y donde permanece la imagen titular, la Virgen de la Amargura.

El presidente de la cofradía destacó la generosidad de los blancos, cuyas aportaciones y donaciones han sido «muy importantes» y que cifró en unos 150.000 euros. Por otra parte, reconoció que las ayudas recibidas por parte de las administraciones han sido también esenciales «para ir recuperando la normalidad» y afirma que hace falta que el Estado ayude a las familias, las viviendas y el comercio, «pero también que recupere el patrimonio que resultó dañado por los terremotos».