La aprobación en Pleno de la subida de la tarifa del agua ha creado controversia entre los grupos políticos de La Unión. Mientras que el equipo de gobierno, encabezado por el alcalde, Francisco Bernabé, afirma que pensionistas, personas sin recursos y familias numerosas pagarán hasta un 60% menos por sus recibos, IU-Verdes sostiene que, de media, el incremento de las tarifas llega en algunos casos al 57%. Por su parte, el portavoz socialista Mariano Oliver denuncia que los fijos por agua, alcantarillado y recogida de basura ascienden al 78,68%, lo que considera «un atraco».

La actualización de las tarifas del agua, que según el PP no se realizaba desde hacía cuatro años, se debe a que el Consistorio soporta por este motivo una deuda de 300.000 euros que se hace «insostenible» para las arcas municipales. «Es evidente que determinados tramos de consumo sí van a experimentar subidas, si bien siempre bajo la máxima de penalizar los consumos excesivos», añaden desde el Consistorio.

Subida en función de los gastos

IU-Verdes ha propuesto el estudio de los gastos del servicio y su comparación con los ingresos para acometer una subida racional en función del desfase entre gastos e ingresos, tal como se hizo en 2008. IU entiende que ese desfase no supera el 8,85%, siempre que contemple bonificaciones para los parados, que constituyen el 44% de la población.