­La festividad de los Reyes Magos parece haber hecho mella en la salud de nueve agentes de la Policía Local de San Javier, asignados a la vigilancia de la cabalgata de Santiago de la Ribera el pasado jueves, ya que ninguno de ellos hizo acto de presencia en su puesto de trabajo alegando diversas enfermedades, según ha confirmado a LA OPINIÓN el concejal de Seguridad, José Manuel Alarte.

La misteriosa ´epidemia´ se extendió en el turno comprendido entre las dos y las diez de la noche, que incluía la vigilancia de la popular cabalgata. Según la versión oficial, el día anterior había tres agentes de baja confirmada, con certificado médico, y los otros seis alegaron sentirse indispuestos, por lo que el alcalde, Juan Martínez Pastor, dictó un decreto ordenando que se cubrieran las bajas llamando a los compañeros que estaban libres de servicio. Ninguno de los más de 70 agentes que componen la plantilla de la Policía Local contestó a las llamadas, lo que obligó al alcalde a contactar con la delegación del Gobierno para solicitar la ayuda de la Guardia Civil.

«El delegado del Gobierno, José Joaquín Bascuñana, ordenó que se desplazaran tres patrullas de la Guardia Civil para vigilar todo el término municipal, que se unieron a otras dos procedentes de los cuarteles de La Ribera y de Cabo de Palos», manifestó Alarte, quien agradeció la disposición tanto del alférez del primer puesto como del cabo del cuartel de La Manga.

De esta manera, asegura el concejal de Seguridad, «en ningún momento estuvo el municipio falto de vigilancia, al contrario, ha habido más patrullas que nunca y no sólo la víspera de Reyes, ya que se quedarán durante todo el fin de semana».

El edil matizó que a lo largo de la tarde sí se presentaron cuatro agentes libres de servicio, que finalmente habían contestado a las llamadas del Ayuntamiento. Dos de ellos formaron una patrulla para vigilar la fiesta de bienvenida a los Reyes Magos en la plaza del Ayuntamiento y los otros dos se quedaron en el cuartel por si se producía alguna llamada de emergencia. «Hasta que ellos llegaron, las llamadas se derivaban al cuartel de la Guardia Civil, pero afortunadamente, no hubo ningún incidente», apuntó Alarte. En La Ribera, los voluntarios de Protección Civil se encargaron de la vigilancia de la cabalgata, coordinados por el sargento Salvador Angosto y el propio concejal.

Todo bajo control

A partir de las diez de la noche, la situación volvió a la normalidad tras terminar el turno ´conflictivo´ y todo siguió ayer con normalidad. Por la mañana había dos agentes en el cuartel, una patrulla en La Manga y otra que cubría Santiago de la Ribera y San Javier, donde estos días se está celebrando el Campeonato Nacional de Balonmano infantil y cadete.

Por la tarde, los agentes que habían realizado el turno de mañana siguieron trabajando hasta que les llegó el relevo de sus compañeros.

«Los ciudadanos tienen que saber que en ningún momento ha habido fallo en la seguridad ni el municipio ha estado falto de vigilancia, todo lo contrario» afirmó José Manuel Alarte, quien lamenta «la falta de profesionalidad de los agentes con una acción como ésta» y anunció que se les abrirán expedientes informativos.