El municipio de Lorca, devastado por los terremotos ocurridos hace cinco meses, será el primero de la Región de Murcia y uno de los primeros de España en disponer de un plan local de respuesta ante el riesgo sísmico, que permitirá minimizar los daños por seísmos y mejorar la seguridad de la población.

La concejalía de Emergencias y Protección Civil ha presentado hoy un avance del plan, en el que el consistorio lleva trabajando 10 años en colaboración con instituciones académicas como la Universidad de Almería, colegios profesionales y personal sanitario y de los cuerpos de seguridad.

El portavoz del servicio municipal de Emergencias y Protección Civil, Ricardo Villalba, ha explicado que el plan, llamado Sismilor, pretende ser una herramienta de prevención, mitigación, preparación, alerta y organización de la respuesta municipal antes de que ocurra un terremoto, y también de la crisis posterior.

En la elaboración del plan se ha tenido en cuenta no solo la experiencia vivida tras los terremotos del 11 de mayo, sino la praxis desarrollada en el municipio con la serie de movimientos sísmicos que se inició en 2002 y que ha afectado sobre todo en la última década a las pedanías del norte.

Uno de los responsables del plan es el geofísico Manuel Navarro, profesor de Física Aplicada de la Universidad de Almería, que hoy ha explicado que Sismilor permitirá "adoptar medidas preventivas antes de que ocurra un terremoto, preparar a la gente que atenderá la emergencia y definir las alarmas para que la gestión de la emergencia sea óptima cuando ocurra".

También incluye estrategias para mejorar la respuesta tras un movimiento sísmico, con el fin de ofrecer "una intervención inteligente que optimice la labor de todos los agentes que intervengan" en la crisis.

La estructura del plan incluye un análisis pormenorizado del riesgo sísmico del municipio, en función de las características superficiales del terreno, la tipología de sus materiales y su definición en términos de velocidad.

Navarro ha destacado a la "heterogeneidad" del terreno del término municipal, lo que justifica la "heterogeneidad en la distribución de daños" ante terremotos como los del 11 de mayo.

Por ello, el Sismilor incluye la elaboración de un mapa del suelo del municipio con la estructura de velocidad y falla para los 30 primeros metros, que permitirá definir cómo deben ser las estructuras de los edificios en cada área urbana.

Además, se realizará un estudio de la vulnerabilidad de las edificaciones, y cada edificio será clasificado con una letra, de la A a la D, en función de su resistencia a un posible terremoto.

Serán analizados de forma especial los "edificios importantes", como hospitales, que "no pueden fallar" ante una crisis sísmica como la ocurrida hace cinco meses, ha dicho Navarro.

Este plan local también incluirá una estimación de las aceleraciones del suelo esperadas para distintos escenarios que permitirá estimar el daño esperado en las construcciones ante un seísmo importante y marcar pautas de comportamiento para los responsables de la gestión de la emergencia.

Sismilor, ha insistido Navarro, "constituye un sistema de emergencia tecnológico, organizado, de fácil uso y mantenimiento, que permite desarrollar medidas preventivas y simulacros para escenarios de riesgo y asegura una emergencia eficazmente gestionada mediante respuesta inmediata".

El plan se encuentra en fase de integración de datos y aún no hay fecha para que sea completamente operativo.