­El terremoto ocurrido en el municipio de Lorca ha provocado que numerosos especialistas se acerquen a la zona para estudiar el caso. La gran mayoría coincide en que el gran fallo, el que ha posibilitado que se produjeran daños en gran parte de los edificios, ha estado en la norma sismorresistente de 2002. Así opina Pedro Robles, ingeniero geólogo, ingeniero técnico de minas y profesor de la Universidad Politécnica de Alicante, quien asegura que esta normativa «ha hecho aguas y es necesario replantearse muchas cosas». Asimismo, Robles destaca que lo ocurrido en Lorca es «un caso muy singular», ya que el epicentro del terremoto se produjo en el centro de la ciudad. Aun así, mantiene que si en Murcia hubiese ocurrido un seísmo de las mismas características, el resultado «hubiera sido mucho peor». «Murcia es una zona más sísmica que Lorca, además el suelo es de peor calidad, es más blando, y el nivel freático es muy superficial», añade el ingeniero geólogo.