­El director general de Formación Profesional, Joaquín Buendía, será el próximo candidato del PP de Alcantarilla a las próximas elecciones municipales. Así lo votará el Comité Electoral local la semana que viene, ya que se trata de un candidato de consenso que cuenta con el apoyo de las dos facciones enfrentadas, la del actual alcalde, Lázaro Mellado, y la de la concejala María Dolores Fernández Gálvez. Incluso tiene el beneplácito del primer edil, que pasará a la política regional. Además, este alcantarillero de 40 años cuenta con el apoyo de Ramón Luis Valcárcel, por lo que el PP regional ratificará su propuesta inmediatamente después de que Alcantarilla lo proponga.

La irrupción de Joaquín Buendía al frente de la llamada tercera vía aparece como una apuesta segura, ya que tal y como han señalado fuentes del PP «le avala una trayectoria impecable como director general». Ingresó en el PP de Alcantarilla en la anterior legislatura, pertenece al ala más moderada del partido y en su paso por la Administración, en la que lleva una década, «ha demostrado ser un excelente gestor».

Tanto al frente de la Formación Profesional como del Servicio Regional de Empleo y Formación ha destacado por tener una gran capacidad de trabajo y dejar el área mucho mejor de lo que la encontró. En el camino recibió el apoyo de los sindicatos, con quien siempre se mostró abierto a diálogo y a la negociación.

Adora la música y los números

Joaquín Buendía Gómez nació en Alcantarilla en 1971. Es hijo de Josefa y Ricardo, un Guardia Civil retirado, natural de Campos del Río, y hermano de María José, junto a quien creció en un piso asomado al jardín de Campoamor de los años 80, cuya música adora con pasión.

Fue al colegio Jara Carrillo y, como todo alcantarillero de aquellos maravillosos años, estudió en el instituto Salzillo, donde ya daba muestras de ser bueno con los números; así que no fue el azar (para él nunca lo es) lo que le llevó a Cartagena a estudiar Ingeniería. A los 21 años sacó la oposición al Cuerpo de Profesores de Secundaria, lo que le tuvo entretenido un par de años en Cantabria, antes de volver a Alcantarilla para casarse con Carmen María Zamora, alcantarillera de una familia del barrio de San Pedro de toda la vida, con la que comparte matrimonio y dos hijos: Lara y Roberto.

Fue profesor de Tecnología en Caravaca y Alhama, entre otros, pero la mayor parte de su carrera profesional la ha desarrollado en la consejería de Educación, Formación y Empleo, donde llegó como asesor y ha acabado como director general de Formación Profesional. A día de hoy es uno de los hombres de confianza de Constantino Sotoca, a quien le ha costado aceptar su marcha entre otras cosas porque les une una reciente gran amistad.

Riguroso hasta el extremo, encantador en el trato, conciliador en el trabajo e inteligente hasta la genialidad, Joaquín Buendía dejó huella allá por donde pasó debido a una extraña capacidad innata de trabajar mucho sin hacer ruido, progresar día a día sin pisar al vecino de al lado, y mirar siempre hacia arriba sin pedir paso a toda prisa.

Ahora, el destino le ha llevado a tener que diseñar la Alcantarilla del futuro, y los que le conocen ya están apostando a que lo hará muy bien.