­El hijo de la mujer que falleció aplastada el pasado mes de julio al caerle encima parte de la casa cueva donde vivía en Puerto de Mazarrón ha denunciado al Ayuntamiento por homicidio imprudente, tras considerarlo como responsable del fatal accidente al ser propietario del terreno colindante que se desplomó sobre la casa.

Samuel Moreno

indica que solicitó al Consistorio que retirara los escombros que amenazaban con caer sobre su casa hasta en veinte ocasiones, según la documentación que aporta. Desde el año 2003 venía alertando del riesgo. «La tragedia pudo evitarse si el Consistorio hubiera actuado a tiempo», dice el hijo de Manolita Yúfera, que se encontraba en la casa el día 13 de julio, junto con sus tres hermanos, cuando la vivienda sepultó a su madre.

Desde ese día, Samuel vive en la casa precintada «bajo su cuenta y riesgo», según el acta de la Policía, y de la caridad de los vecinos. No tiene otro sitio donde vivir. Sus hermanas se fueron a vivir con un familiar a Molinos Marfagones y su hermano vive «donde pilla».

Samuel reclama justicia mientras la causa sigue si curso el Juzgado número 3 de Totana.

El joven denuncia, asimismo, la falta de asistencia y respuesta del Ayuntamiento, al que reclama una solución, un trabajo y las responsabilidades patrimoniales que le correspondan, según la denuncia que ha puesto en manos de un abogado de la familia.

Samuel Moreno, hijo de la fallecida, viene reclamando ayudas al Ayuntamiento ante la situación de desamparo y la falta de recursos en que se han quedado él y sus hermanos, con los que convivía con su madre en la casa derruida. Explica que no tiene otro sitio donde vivir y por eso lo hace en parte de la casa que aún sigue en pie, mientras que la parte trasera que colinda con la escombrera sigue precintada.

El abogado de la familia ha pedido responsabilidades al Ayuntamiento, aún sin percibir honorarios, dada la precaria situación en que se encuentra la familia.

Se encadenó en el tejado

La Policía Local precintó la casa y el perímetro a causa del derrumbe y prohibió el paso a la zona, tal y como confirma el expediente de declaración de ruina de la concejalía de Urbanismo. Sin embargo, este vecino del Puerto se encadenó en el tejado, infingiendo la orden de prohibición de paso, y la Policía Local tuvo que intervenir y bajarlo.

La Policía, de momento, no puede asegurar si el hombre vive o no en la casa, aunque le consta que suele ir por el inmueble «bajo su cuenta y riesgo». Tampoco consta si se ha procedido al corte de suministros de agua y electricidad.

Desde que se vino abajo la casa está pendiente del derribo de la chabola. Será el juez quien finalmente decida sobre el desalojo o qué puede hacerse si hay un okupa o alguien habita la casa cueva cuando llegue el momento de tirarla abajo.