El yacimiento de La Bastida, en Totana, es algo mas que una simple excavación arqueológica de la época argárica, ya que en 2012 verá la luz un parque arqueológico y un centro de interpretación y musealización de los restos de una de las primeras ciudades europeas, en la que llegaron a habitar mil personas. La prehistoria europea, en concreto, la Edad del Bronce, tiene en este enclave del 2000 al 1550 antes de nuestra era un grupo arqueológico que desvelará incógnitas de cómo vivieron nuestros antepasados mas remotos.

Su final es incierto, pero se sospecha que hubo luchas por el territorio y que el monocultivo cerealista provocó la aridez del suelo y la deforestación a largo plazo, empobreciendo las tierras, lo que llevó a una crisis ambiental que hizo insostenible a esta sociedad.

Descubierto en 1870 en las estribaciones de la sierra de la Tercia, este yacimiento de cuatro hectáreas, con un centenar de viviendas en las que residían entre 6 y 10 personas por casa, ha supuesto tal interés para los expertos que tras 140 años se sigue trabajando allí con ahínco para desvelar el misterio de esta importante metrópoli.

El codirector de la excavación, Roberto Risch, arqueólogo de la universidad Autónoma de Barcelona, asegura que se trataría de una de las primeras ciudades europeas, que estaba ubicada en un cerro alejado del campo de cultivo. En ese cerro vivía una élite que controlaba todo y que explotaba a los campesinos que vivían en el valle y hacía que le proporcionaran a aquélla el medio de subsistencia.

Precisamente, los arqueólogos de La Bastida acaban de iniciar otra excavación en un fortín a 6,5 kilómetros de distancia, conocido como La Tira del Lienzo, donde se hallaron 30 casas en las que vivían cien personas de una avanzadilla militar que controlaba ese valle del enemigo. En ese fortín se ha descubierto que 1550 años antes de nuestra era hubo un gran incendio, que coincidió con la crisis de la cultura del Argar, etapa en la que escaseaba la comida y la gente únicamente ingería cebada, lo que, como la antropóloga uruguaya María Inés Fregueiro apunta, llevó a la desnutrición, con dos casos de meningitis en cráneos infantiles detectados.

La primera industria del metal

El conservador galés Dylan Cox destaca el descubrimiento de una alabarda de 23 centímetros de longitud, una mezcla de puñal, espada y hacha en la que se encontraron huellas de haber sido utilizada en la lucha. Hay además varios lingotes de bronce de unos cien gramos, que, tras análisis isotópicos de su composición química, se ha descartado que provengan de las sierras próximas de Espuña o La Tercia, ya que tienen su origen en Jaén. En La Bastida esos lingotes se refundían, se forjaban y moldeaban para construir brazaletes, armas, punzones o cinceles, y se afilaban, en todo un proceso que se considera como una de las primeras industrias del metal.

Tras 140 años, el material arqueológico de La Bastida está disperso en varios museos europeos, además de haber sido fruto de expolio, por lo que la idea es abrir en 2012 un parque y un museo que muestre toda esta riqueza de una de las primeras sociedades de tipo estatal, con ricos y pobres, en la que las tareas están divididas, con una arquitectura imponente y nueva respecto al Neolítico y en la que había pequeñas cabañas de 30 metros cuadrados. Esta división de clases se ha documentado además en los ajuares funerarios, donde si había una pata de cordero al lado del cuerpo significaba clase baja, y si era de cerdo, clase alta, al igual que si los objetos eran de bronce, frente a los de oro y plata.