Con las medusas más temidas por los bañistas y verlas en el mar o a la orilla de la playa desata el pánico porque su picadura es muy dolorosa. Se trata de la carabela portuguesa (Physalia physalis), una especie de la que ya se han avistado al menos una decena de ejemplares en las playas murcianas, y puede que aparezcan todavía más.

Así lo afirma Ignacio Franco, investigador del Centro Oceanográfico de Murcia, que señala que el hecho de que el frío se haya alargado este año más de la cuenta ha provocado que esta especie de medusa aún no haya abandonado la costa mediterránea aprovechando que la temperatura del mar aún no es demasiado alta. El año pasado, el Centro tuvo constancia de la aparición de seis ejemplares en el mar y otros seis en la costa.

Sin embargo, Franco no quiere que cunda el pánico entre los bañistas que, ya por estas fechas, aprovechan estos días de calor y sol para darse el primer chapuzón del año. "Es muy normal que este tipo de medusas entren todos los años desde el Atlántico", explica, y desmitifica que la picadura de la carabela "sea mortal, como muchos piensan", aunque sí reconoce que es muy dolorosa y que, además, puede provocar taquicardias, mareos, vómitos, desajustes en la tensión arterial y, en algunos casos, requiere hospitalización. Y es que sus largos tentáculos, provistos de cápsulas urticantes, pueden paralizar a un pez grande y afectar seriamente a un ser humano. "Por picadura de carabela portuguesa sólo se han registrado cuatro muertes en todo el mundo en los últimos 110 años, y al año pica a entre 10.000 y 20.000 personas.

Seguro que hay menos gente que sobrevive a una picadura de abeja", explica el investigador.

Lo más frecuente es que los ejemplares que aparezcan estén bajo control por los equipos de vigilancia de las playas, que suelen recorrer la costa en embarcaciones y limpiar las orillas. Por este motivo, si se avista alguna o se sufre una picadura hay que comunicarlo al puesto de Cruz Roja más cercano, recomienda Ignacio Franco.