La crisis está crispando los ánimos de los trabajadores del campo de Mazarrón y el caso de la hortofrutícola Méndez tal vez sea el más representativo. De día y de noche, cientos de empleados se concentran cada jornada en la puerta de la sede de la compañía en Cañada de Gallego, especialmente desde el 18 de diciembre en que iniciaron una huelga para exigir el pago de sus salarios ya que los cosecheros del tomate llevan hasta cinco meses sin cobrar.

La situación se ha agravado en los últimos días. Las protestas han subido de tono hasta el punto de que los administradores de la empresa se sienten acosados y amenazados, pues los piqueteros impiden el paso a todos los empleados.

"La empresa está en la ruina porque la temporada de Navidad se ha perdido completamente. Los tomates están sin recoger y pudriéndose en las matas porque no dejan que entre nadie a recogelos", lamentó ayer el abogado de la empresa, Ceferino Rosell, quien aseguró que la mercantil reclamará judicialmente el cobro de los "millones de euros de pérdidas" que está provocando la situación.

Ceferino Rosell admite que la empresa atraviesa un momento crítico y que en los últimos meses no ha pagado a sus trabajadores, aunque explica que el agravante ha sido el embargo de la Seguridad Social. "Por eso se ha retrasado todo", justifica Ceferino, quien asegura que las dos últimas semanas están siendo terroríficas e incluso sienten miedo de que la situación se descontrole y ocurra cualquier desgracia. "Todos los días -explica Rosell- hay más de 300 personas en la puerta y han colgado muñecos ahorcados con los nombres de los administradores, han intentado comprar un bidón de gasolina para incendiar la nave y lo peor es que la Guardia Civil no puede intervenir hasta que no haya agresiones". De hecho, el pasado 18 de diciembre cinco trabajadoras resultaron heridas tras una carga policial. El abogado de la empresa que administra Fernando Méndez afirma que han puesto varias denuncias por intimidaciones, agresiones e incluso secuestro de trabajadores a los que no dejaron salir del recinto.