Un portavoz de Acal -empresa que lleva los asuntos jurídicos del consistorio de Alhama y que, además, elaboró las preguntas del examen que Rodríguez admite haber filtrado a su esposo- consideró ayer, en declaraciones a LA OPINIÓN, que lo que la ex edil puso en práctica fue "un abuso de confianza". Así, "ella nos pidió que le preparásemos las preguntas, y se las preparamos. Es responsabilidad de ella, hizo un uso indebido de la información que conocía como concejala", dijo.

Los clientes de Acal son exclusivamente ayuntamientos, tal y como se indica en la web de esta empresa. "Acal se formó hace mas de 15 años con profesionales provenientes de instituciones locales en las que habían ejercido responsabilidades de dirección, de asesoramiento y de fiscalización. Durante este tiempo hemos trabajado para más de 200 gobiernos municipales", añade la citada página.