El origen de la banda de los Latin Kings en Molina de Segura deriva del grupo que la organización tenía en Alcantarilla -denominado Babilonia-. Allí residía el que se consideraba el líder de esta banda en la Región, un joven conocido como 'King Magic'. Fue él quien autorizó la creación de un nuevo capítulo de la banda -célula básica, formada al menos por quince miembros- en Molina, que después fue refrendado por el más alto cargo de los Latin Kings en España, King Manaba.

La coronación de los cinco líderes de Molina -según reveló la investigación de la Brigada de Información de la Policía Nacional- se produjo en noviembre de 2007 en la localidad alicantina de Callosa de Segura. Allí, el Inca Suprema de toda España -conocido también como Padrino- dio su bendición al nuevo capítulo. Hasta entonces, todas las decisiones sobre la organización de la banda -reuniones, comidas, ascensos o castigos- tenían que ser supervisadas por Magic.

La desarticulación del capítulo de Alcantarilla -en marzo de 2007- y la entrada en escena de un joven que aseguraba que había sido Rey en Ecuador y en Italia cambió la estructura de la organización. Magic había sido detenido en la operación que acabó con la banda en Alcantarilla y decidió marcharse a Valencia para huir de la presión policial.

Fue entonces cuando llegó a Molina Egberto Leandro G.S. -a quien apodaban Silencio o El Italiano-. El joven, de 24 años, se presentó ante los miembros del capítulo de Molina -que asumió la denominación de Babilonia tras la desarticulación del grupo de Alcantarilla- como 'Santo' (escolta) del Inca Suprema de Italia. Además, Silencio había sido coronado Rey Plaqueado, un cargo que se identifica por un tatuaje de cinco puntos en el dedo corazón y que le daba el poder para coronar y bendecir a los reyes.

Silencio, conocido entre sus compañeros por su destreza en el uso de las armas blancas y al que la Policía Nacional considera como muy violento y agresivo, se hizo cargo del grupo con el visto bueno de Magic. La estructura del capítulo, sin embargo, variaba con frecuencia debido a los constantes golpes policiales.

El último -como publicó ayer LA OPINIÓN- ha llevado a Silencio a prisión. Los agentes de la Brigada de Información de la Policía Nacional, en colaboración con la comisaría de Molina de Segura, le detuvieron a él y al resto de la cúpula de Babilonia. En total, diez jóvenes de origen latinoamericano. Seis mayores de edad -con antecedentes policiales por robos, amenazas y peleas- y cuatro menores.

Todos ellos se caracterizaban, según los investigadores, por su carácter violento. Los miembros del capítulo protagonizaban frecuentes peleas con miembros de bandas rivales -en particular, los Ñetas-, aplicaban castigos físicos a los que incumplían la férrea disciplina de la banda y perseguían sin descanso a aquellos que pretendían salir de ella. El acoso a tres de estos 'arrepentidos', precisamente, se convirtió en el principio del fin para Babilonia.