Se trata del movimiento telúrico más importante de los últimos treinta años, según el Instituto Nacional de Geofísica, que informó de que el terremoto se produjo a las 16.28 hora local (14.26 GMT) a doscientos kilómetros de profundidad.

El epicentro se situó a treinta kilómetros de la isla siciliana de Lipari y a cincuenta de la región continental de Calabria.

Protección Civil de Calabria informó de que tras una primera verificación no se registraron heridos o daños en los edificios mientras continúan las tareas de control.

Medios de prensa locales, por su parte, han indicado que en muchas zonas de Calabria la gente ha salido a la calle tras el seísmo por miedo a quedarse en sus casas.

El terremoto también se ha dejado sentir incluso en la región de Puglia, el talón de la bota que forma la península de Italia.

El director del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología, Enzo Boschi, explicó "que no hay por qué preocuparse" ya que el seísmo se produjo en una zona bien identificada del Mediterráneo donde es normal que se produzcan terremotos.

Según Boschi, la profundidad del epicentro - 200 kilómetros bajo el mar - hace que el terremoto se advierta en una zona muy amplia de la superficie "pero sin que lleguen a producirse daños".

Asimismo, indicó que el terremoto entre Silicia y Calabria no guarda relación con la nueva fisura que se abrió ayer en el volcán siciliano Etna ni con los temblores que también se registraron hoy en la región del Friuli y en la provincia de Isernia, al noreste y centro de la Italia continental, respectivamente.