Una chispa procedente de una torre de electricidad fue la causa más probable del incendio que se declaró ayer en el monte Calvario, en la zona del valle de Escombreras, en terrenos colindantes a la empresa Befesa (antigua Trademed) y situado a un kilómetro aproximadamente de los tanques de almacenamiento de crudo de Repsol.

"Días de humedad como el de ayer hacen que la electricidad estática provoque chispas en los tendidos eléctricos", explicaron fuentes policiales.

Según fuentes del Cuerpo de Bomberos, el fuego quemó diez mil metros cuadrados de matorral y monte bajo. No obstante, el incendio se produjo en la cara opuesta a la que sufrió otro incendio el año pasado, aunque este último fue de mayor magnitud que el de ayer.

Además, fuentes del 112 añadieron que el Plan de Emergencia del valle de Escombreras no fue activado al no existir ningún peligro para las empresas colindantes. El fuego se encontraba a alrededor de un kilómetro de distancia de los tanques de Repsol.

El incendio se produjo poco antes de las 13.00 horas, instante en el que llegaron dos coches de bomberos a la zona para extinguir el fuego lo antes posible.

Su labor no evitó que las llamas se extendiesen hacia la parte alta del monte. Debido a las dificultades de los bomberos para acceder a aquella zona, tuvo que acudir el helicóptero de la Comunidad, que se sirvió de un embalse cercano al lugar para coger agua y así poder extinguir las llamas con mayor eficacia.

"Siempre acude en estos casos porque es imposible que los bomberos lleguen a determinados lugares", según las fuentes consultadas. A la zona del incendio también se desplazaron agentes de la Guardia Civil y agentes forestales.

Dos horas de trabajo

El fuego se extinguió con relativa rapidez, cerca de dos horas después de la llegada de los bomberos. Un retén forestal permaneció de guardia en la zona afectada para evitar un rebrote de las llamas. Para ello, estuvieron refrescando la zona hasta primeras horas de la tarde.