El suizo, que participa por primera vez en el abierto nipón, tardó cinco juegos en tomar el mando del partido y ya no lo perdió hasta rubricar su segunda victoria en el Ariake Tennis Forest Park, ante 10.205 enfervorecidos espectadores.

Moodie, 73 del mundo, trató como pudo de defender el título que logró el año pasado en la misma pista, y el único que figura en su palmarés, pero se vio desbordado por la exhibición de golpes de su contrincante.

Las mejores armas del surafricano, el servicio y las voleas en la red, sólo le funcionaron en los primeros juegos, hasta que Federer entró en calor y cogió el ritmo del partido.

"Pensaba que iba a tener más problemas que ayer (ante Viktor Troicki por 7-6 y 7-6), pero leí su juego muy bien. Creo que jugué de manera consistente y sólida", declaró tras el encuentro.

El ´número uno´ del tenis no perdió ni uno sólo de sus servicios, y rompió el de su rival por primera vez con 3-2. El resto del partido fue un paseo para el jugador que confirmó ayer su presencia en el Mutua Madrileña Masters Madrid, que se disputará del 14 al 22 de octubre.

"Disfruté tanto del partido como creo que lo hizo el público", afirmó tras reconocer que se sorprendió así mismo con la belleza de algunos de sus golpes.

Federer, de 25 años, sumó así su 46 victoria en pista dura de la temporada, por únicamente dos derrotas, ante Rafael Nadal en la final de Roland Garros y Andy Murray en la segunda ronda de Cincinnati, el pasado agosto.

La cuarta jornada del Abierto de Japón estuvo marcada por la lluvia que obligó a suspender la decena de partidos programados para las pistas exteriores.

En la central se pudo jugar sin problemas porque cuenta con dos enormes cubiertas metálicas móviles, cuya instalación fue posterior a la construcción del espectacular estadio con forma de embudo hace diez años.