El subjefe administrativo del distrito de Shegal, en Kunar, dijo hoy que el bombardeo se debió a "información errónea de inteligencia" de que allí estaban supuestos rebeldes, pero que en realidad se trataba de una reunión de un grupo de ancianos para tratar de resolver una disputa entre dos familias.

Esta misma información fue corroborada por el jefe del distrito, que aseguró que otras seis personas se encuentran desaparecidas, mientras Tom Collins, portavoz del mando militar de EEUU, dijo a Efe que no tiene constancia de la muerte de civiles.

En un comunicado, el mando militar de la coalición indicó hoy que, en una operación desarrollada en la provincia de Kunar a primera hora de hoy, murieron siete supuestos terroristas de Al Qaeda y también un niño que resultó alcanzado por los proyectiles.

Según esa nota, fuerzas de la coalición y tropas afganas fueron atacadas cuando se aproximaban a un "complejo que albergaba a supuestos terroristas" en Kunar, cerca del pueblo de Asmar, "y se defendieron devolviendo el fuego".

Como resultado, siempre según la versión norteamericana, murieron siete supuestos simpatizantes de la red terrorista Al Qaeda y un niño de entre 10 y 12 años, mientras una mujer resultó herida y cuatro presuntos rebeldes fueron detenidos.

La versión de la operación ofrecida por fuentes policiales y provinciales afganas fue completamente distinta, pues aseguran que todos los fallecidos son civiles.

Fuentes policiales, que no quisieron ser identificadas, dijeron a Efe que en el distrito de Shegal se reunieron los ancianos para resolver una disputa familiar a primeras horas de hoy y que el bombardeo causó la muerte de al menos siete personas.

De momento han aparecido siete cadáveres de civiles en el distrito de Shegal, mientras otras seis personas, entre ellas una mujer, están desaparecidos y son buscados por la Policía.

El Ministerio afgano de Interior no ha facilitado información oficial de momento.