Lula, el ministro de Justicia, Marcio Thomaz Bastos, y varios militantes del Partido de los Trabajadores (PT) fueron notificados por el magistrado general del TSE, César Asfor Rocha, quien acogió un pedido de investigación judicial electoral presentado por el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y el Partido del Frente Liberal (PFL).

La Policía Federal puso al descubierto el viernes pasado un plan, tramado presuntamente por dirigentes del PT que abandera Lula, para neutralizar las candidaturas de Geraldo Alckmin a la Presidencia y de José Serra a la Gobernación de Sao Paulo.

El nuevo escándalo en el entorno del presidente brasileño causó el lunes la dimisión de un amigo suyo y cercano asesor en materia de seguridad, Freud Godoy, quien es acusado de negociar la compra de las pruebas forjadas contra Alckmin y Serra, figuras del PSDB.

Además de Lula y su ministro de Justicia, serán investigados su amigo y ex asesor Freud Godoy; el presidente del PT, Ricardo Berzoini; el abogado Gedimar Pereira Passos, y el empresario Valdebran Padilha.

Todos serán investigados por el delito de abuso de poder político y económico, que de comprobarse podría determinar la cancelación del registro de la candidatura a la reelección de Lula.

Pereira Passos y Padilha, militante del PT, fueron detenidos por la Policía Federal el viernes pasado en un hotel de Sao Paulo con 1.750.000 reales (unos 651.200 euros).

Pereira Passos, quien trabajaba en el equipo de campaña de Lula como miembro de un "núcleo de información e inteligencia", dijo haber sido "contratado por la (dirección) Ejecutiva Nacional del PT" para forjar las pruebas contra los candidatos del PSDB.

Según la confesión obtenida por la policía, la carpeta contendría declaraciones en las que se aseguraba que Serra y Alckmin habrían recibido sobornos para permitir el negocio de las ambulancias, un escándalo conocido en Brasil como la "mafia de los chupa-sangre".

La policía también detuvo al supuesto jefe de ese cártel, Luiz Antonio Vedoin, propietario de la empresa que ofrecía los vehículos, y a su tío Paulo Roberto Trevisan, quienes venderían el dosier.

Vedoin confesó recientemente haber sobornado a 69 diputados y tres senadores para aprobar fondos presupuestarios para la compra de sus ambulancias.

Según las autoridades, otro hombre del entorno íntimo de Lula puede estar ligado al asunto. Se trata de Jorge Lorenzetti, director de la campaña de Lula en el estado sureño de Santa Catarina y del que se sospecha que actuó como intermediario entre Vedoin y Godoy.

Lorenzetti, quien es también analista de riesgo y medios del equipo de campaña de Lula, es citado hoy por la revista "Epoca" como uno de los hombres del PT que le ofrecieron el mismo dosier contra los principales candidatos opositores para las elecciones del próximo 1 de octubre.

Según la revista, la oferta fue hecha a uno de sus periodistas por "Oswaldo Bargas, ex secretario del Ministerio de Trabajo y actual responsable por el capítulo Trabajo y Empleo del programa de gobierno de Lula".

Este escándalo, a menos de quince días de las elecciones, se suma a los que en mayo de 2005 estremecieron al Congreso con denuncias de que el PT había sobornado con fondos públicos a un centenar de diputados para aprobar proyectos oficiales.

Lula acapara entre el 48 y el 50 por ciento de las intenciones de voto en los comicios del 1 de octubre y Alckmin oscila entre el 27 y el 29 por ciento, según las últimas encuestas.