El comentario de los corredores, antes de la fiesta, era común: "el bronce nos sabe a oro". En similares términos se expresaron los dirigentes que estuvieron en la cena, ya que el valor del metal es importante, pero también lo es la imagen dada por el equipo nacional español que fue sensacional, de auténticos campeones.

Lo cierto es que el ciclista murciano estuvo en un tris de rematar el magistral trabajo de todos sus compañeros de equipo, pero les faltó la suerte que tuvo el italiano Paolo Bettini y el alemán Erik Zabel, que se llevó la plata que defendía Valverde conseguida el pasado año en Madrid.

Fueron los comentarios previos al ágape, pero en el colofón las bromas pasaron a un primer plano, cuando las tartas quedaron impregnadas en la cara de algunos de ellos y la totalidad de los asistentes bajo una lluvia de cava.

Además, los veteranos hicieron hablar a los debutantes y también les hicieron ponerse una especie de gorrito hecho con servilletas obligándoles a pronunciar unas palabras a los asistentes.

Los neófitos Joaquín Rodríguez, Francisco Ventoso, Joaquín Rodriguez y Samuel Sánchez demostraron tanto desparpajo como dando pedales y no se amilanaron a la hora de dirigirse a los dirigentes y sus compañeros de fatigas.

Unos más osados que otros dijeron frases como "la prensa lo ve fácil, pero sólo hay tres metales en juego y muchos los candidatos", "he descubierto que la selección es un equipo más. Me salvaron los muebles mis compañeros en algunos momentos complicados", "en tres días he tenido que dar consejos a los veteranos". "Esto merece una prima mayor -la pactada por el bronce fue de 5.400 euros- y también los equipos a los que defendemos durante todo el año un aumento".

Los que llevan ya algunos años defendiendo los colores de la selección se ampararon diciendo: "Algunos jóvenes cuando empiezan son un poco atrevidos y por ello no damos importancia a sus consejos, aunque los tenemos en cuenta, pues hay que quedarse con las cosas positivas, ya que todos nos equivocamos en algún momento".

Alejandro Valverde, que fue el que se colgó la medalla de bronce, tuvo palabras de agradecimiento hacía sus compañeros. "Todos lo han hecho sensacional y el único susto fue en el esprint, miré por el rabillo del ojo y me encontré con uno más. Era mi compañero Samuel Sánchez".

Por su parte Fulgencio Sánchez, presidente de la Federación Española, dijo: "Me habéis contagiado de felicidad con vuestro trabajo y el buen humor demostrado después de lograr el bronce que pudo haber sido el oro".

"Ganar es importante, pero no siempre se gana y en esta ocasión, además del bronce, es muy importante el espectáculo que habéis dado.

Sé que es broma, pero el dinero que mes pedís en estos momentos de fiesta es imposible", agregó el mandatario del máximo organismo del ciclismo español.

Tras la cena algunos corredores, pasadas las doce de la noche, se fueron a dar una vuelta por la "ciudad de la música", para tratar de ver edificios y plazas emblemáticas de la localidad austríaca de Salzburgo, donde nació hace 250 años uno de los genios y compositores de la música clásica Wolfgang Amadeus Mozart.