El Vecindario, de Las Palmas de Gran Canaria, será el primer obstáculo en el camino del Cartagena hacia la Segunda División. El sorteo celebrado ayer en Madrid deparó este enfrentamiento inédito para ambos equipos que, por una simple curioridad, tienen los mismos colores: blanco y negro.

El vencedor de esta semifinal se enfrentará en la ronda decisiva al ganador del emparejamiento entre el Burgos y el Levante B, partido que se jugará primero en la capital castellana.

Hay una posibilidad que no ha pasado desapercibida para muchos. Se trata de una carambola a tres bandas. Si los cartageneristas logran seguir adelante en la promoción y el Levante B elimina al Burgos, el Cartagena podría ascender antes de que se jugara este choque si la UD Levante, que lucha por ascender a Primera División, fallase en su cometido. Esto no se sabrá hasta el 18 de junio, día en el que acabará la competición en Segunda A y que empezaría a jugarse el primero de los dos partidos finales.

El Vecindario jugará por vez primera una promoción de estas características. Tiene un presupuesto estimado en 650.000 euros y su campo tiene una capacidad para 3.500 espectadores. Apenas cuenta con 500 socios y aunque no es un conjunto demasiado conocido en la península ha realizado una segunda vuelta impresionante, que le ha llevado hasta la fase de ascenso.

Para el Cartagena no se trata del rival más deseado, sobre todo por las dificultades que entraña un viaje tan largo, pero en términos generales la noticia fue recibida con tranquilidad en la plantilla blanquinegra. El presidente del club, Paco Gómez, acudió a Madrid acompañado de Torrecilla y Silvestre Martínez.