El sindicato STERM ha criticado con dureza iniciativas como la de Fuente Álamo o Molina de Segura en las que los ayuntamientos ceden suelo público para centros privados, aunque vayan a ser concertados. "Medidas como éstas constituyen una clara agresión a la enseñanza pública, un despilfarro de dinero público irresponsable, así como una profundización en el modelo de dualización y segregación de las redes escolares, que atenta al derecho a la igualdad educativa y a la necesaria cohesión social".

Para el sindicato FETE-UGT, la apuesta por la enseñanza concertada tiene un marcado carácter ideológico, según señala la representante sindical Carmen Fernández, reflejo del Gobierno actual, que defiende un concepto más elitista de la enseñanza frente al concepto plural e igualador de la enseñanza pública.

Pero tampoco hay que olvidar el componente económico. Está claro, según UGT, que la Consejería prefiere ahorrarse el coste de construir colegios y cree que resulta más barato establecer conciertos con centros privados, pero eso, a la larga, sale caro.