El aumento de la vigilancia se concentrará en los humedales de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, Navarra, Cataluña y Castilla y León, ya que, según argumentó Escribano, los de estas zonas son muy similares al de Salburúa (Vitoria) donde se encontró el somormujo infectado.

El responsable de Ganadería cree que no es necesario tomar más medidas hasta el mes de septiembre, nuevo período de riesgo por la migración de las aves, puesto que el hallazgo del animal infectado demuestra que las medidas que hay en la actualidad han funcionado "perfectamente".

La hipótesis que maneja el catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid, José Manuel Sánchez Vizcaíno, es que el virus llegó de Europa", posiblemente porque el ave infectada hiciera un vuelo corto al otro lado de los Pirineos y allí se contagiara.

Este experto apoyó esta posibilidad en que aún no se ha registrado otro animal muerto en el humedal de Salburúa que haga pensar que un ave procedente de Europa pudiera haber contagiado a más. El director general de Agricultura y Ganadería de País Vasco, José Antonio Ocio, recordó que todos los análisis de las muestras de animales muertos tomadas en el humedal alavés desde que se confirmó el primer caso de gripe aviar han dado resultado negativo.

SUPERANDO LOS PROTOCOLOS

Hasta el momento, en el País Vasco se han realizado 750 muestras de aves, por encima de las recomendaciones comunitarias, y una vez intensificadas las medidas de vigilancia podrían alcanzar un total de 1.500 a final de año. No obstante, el periodo de incubación de la enfermedad es de 21 días, por lo que aún quedan dos semanas para que finalice desde que se halló el ave muerta.

Sánchez Vizcaíno también coincidió con Escribano en que las medidas de bioseguridad deben ser acordes con el riesgo real para ser efectivas y en que ahora no se requiere ningún otro cambio a los consensuados.

Por su parte, el director ejecutivo de la Sociedad Española de Ornitología, de SEO Birdlife, Alejandro Sánchez, recomendó intensificar la labor de información en los humedales de uso público para que si los usuarios encuentran animales muertos no los toquen y avisen a los servicios medioambientales o veterinarios correspondientes.