Cuando Volvo anunció el lanzamiento de un nuevo ´SUV´ compacto, las expectativas eran muchas. El denominado XC40 aterrizaba en un segmento pobladísimo, donde las marcas de lujo han sabido colocar sus modelos para arañar cuota de mercado. Pero la casa sueca ha hecho valer su sabiduría, tanto en materia de todocaminos como en calidad y diseño, para crear un producto muy exclusivo, que además aporta un toque diferenciado frente a sus competidores ´premium´. El hermano ´pequeño´ del no menos atractivo XC60 estrena una plataforma que adelanta futuros proyectos en la categoría de compactos de la marca, que además está preparada para acoger diversos sistemas de propulsión (híbridos y eléctricos) además de los tradicionales. Tiene una longitud de 4,43 metros y una altura libre al suelo de 21 centímetros, una interesante cota que se combina con la tracción total de algunas versiones para hacer las delicias de los más aventureros. Y todo con una estética que ya de por sí puede inclinar la balanza a su favor sin entrar en sus acertados aspectos técnicos. Se rubrica su estampa con la posibilidad de personalizar el techo respecto a la carrocería con colores negro o blanco (es el primer Volvo que da esta opción) y ofrece una completa línea de acabados entre los que destaca el vistoso R-Design.

A su buen interior, vestido con materiales de elevada calidad, no le falta de nada. Empezando por la pantalla vertical del sistema multimedia Sensus de 9 pulgadas (hay otra de 12 pulgadas para el tablero de instrumentos), pasando por los detalles prácticos de los múltiples huecos para dejar toda clase de objetos, junto al maletero de 460 litros de capacidad, y acabando en el avanzado sistema de asistencia Volvo On Call que permite muchas posibilidades por vía telemática, como abrir el coche a distancia sin necesidad de usar una llave además de un sinfín de funcionalidades para el conductor.

A la familia mecánica de inicio de gama, los D4 con 190 CV y T5 con 247 CV se le ha unido recientemente un acceso, el T3 de gasolina de 156 CV, un interesante tricilíndrico (inédito en la marca) que nos ha sorprendido por su capacidad de marcha y su funcionamiento suave. Por cierto que a los incondicionales del diésel les llega un D3 de 150 CV este verano. Nosotros de momento nos quedamos con esta opción de gasolina, muy solvente, que nos obsequia con una respuesta más viva de lo que esperábamos de un bloque de esta arquitectura y 1,5 litros de cubicaje. La caja manual de seis marchas tiene un excelente funcionamiento y la tracción delantera (solo se puede elegir con estos dos elementos), da mucha motricidad y permite además alguna que otra excursión por campo gracias a la altura de sus bajos al suelo. Por otro lado, el planteamiento ´downsizing´ le deja homologar una media de 6,3 litros, un valor que no sobrepasa mucho en una utilización real.

En cuanto al equipamiento, el Volvo XC40 T3 monta de serie elementos como la asistencia de mantenimiento de carril, frenada de emergencia en ciudad, dispositivo de arranque en pendientes y de descensos, programador de velocidad, sistema multimedia con pantalla de 9 pulgadas y órdenes por voz, panel de instrumentos digital con pantalla de 12,3 pulgadas, aire acondicionado, llantas de 17 pulgadas, luces de Led o monitorización de la presión de neumáticos, entre otros.

El precio de partida del Volvo XC40 T3 de 156 CV es de 26.000 euros con la financiación, un coste muy competitivo que le coloca en una posición muy accesible frente a sus contrincantes directos BMW X1 o Audi Q3.