Suzuki ha empezado con buen pie en el presente mundial de la categoría máxima del motociclismo de velocidad. El Team Suzuki ECSTAR ha inaugurado la temporada a lo grande con dos podios en las tres primeras pruebas del campeonato. Este fin de semana, tras el podio de Álex Rins en el GP de Argentina, Andrea Iannone ha logrado hacerse con el tercer puesto en la carrera celebrada en el Circuito de las Américas en Austin (Texas).

Herederas directas de las motos que Suzuki emplea en el mundial, las hiperdeportivas de la casa, la GSXR 1.000 y su aún más radical hermana la GSXR1.000R -mejores suspensiones, electrónica más completa, luces led y batería ligera- emplean un sofisticado motor de cuatro cilindros en línea más pequeño que el de sus ilustres antecesoras y que ha permitido construir un conjunto más compacto y ligero a su alrededor, todo ello arropado por la más sofisticada electrónica para poder extraer todo el potencial de ambas.

Así, los 202 CV -sí, doscientos dos- que consigue extraer de su tetracilíndrico de 999,8 c.c. con 16 válvulas -distribución variable, heredada directamente de las MotoGP- e inyección directa, se alcanzan a un régimen de 13.200 vueltas, lo que da una idea de la capacidad de este propulsor. En nuestra ayuda vendrán desde las tres curvas de potencia disponibles, hasta las 10 posiciones de su sistema de control de tracción, o unos frenos impresionantes con ABS y función de inclinación.

En definitiva, estamos ante dos de las mejores y más rápidas deportivas del mercado que, además, ofrecen un precio mucho más ajustado que el de sus principales competidoras.