Independientemente de la cilindrada, cuando una Suzuki porta las siglas GSX-R -o S, que para el caso es lo mismo, ya que solo el carenado integral diferencia a la primera de la segunda-, es porque estamos ante un modelo muy serio, cuya deportividad se ha llevado al límite. Así, mientras que la explosiva GSX-R 1000 goza de presumir de ser la más rápida de su segmento -que no la más cara, ojo-, las nuevas 125 que el fabricante japones trae a nuestro mercado y que ya están disponibles en Motos Marín -concesionario Oficial Suzuki en la Región de Murcia-, pueden presumir de lo mismo, ser las más rápidas sin ser las más caras. Todo un argumento.

Con un aspecto y postura de conducción sumamente racing, las nuevas 125 de Suzuki montan un sofisticado motor monocilíndrico de cuatro tiempos, con doble árbol de levas en cabeza y 4 válvulas, alimentado por inyección electrónica y refrigerado por agua que, según hemos podido saber -Suzuki sigue sin declarar las potencias máximas de sus vehículos de dos ruedas-, rinde entre 11 y 15 CV a 9.000 o 10.000 vueltas, con un generoso par motor de 11,5 Nm a 8.000. Si lo montamos en un ligero chasis de aluminio y le dotamos de una cuidada aerodinámica, veremos como el conjunto supera con facilidad la psicológica barrera de los 100 km/h, con una brillante aceleración.

Si a todo esto añadimos unas buenas suspensiones y unos generosos frenos de disco lobulados en ambos ejes, tendremos un conjunto sumamente eficaz, tanto en tramos de curvas, con buen asfalto -su hábitat natural-, como en ciudad o en el extrarradio.

Y es que, lo que más sorprende de estas deportivas de 125, que se conducen con el carnet A1 o el de coche, es su polivalencia. A su brillante rendimiento, este sorprendente motor añade unos consumos muy contenidos. Así, a los 2,3 litros por cada 100 kilómetros que declara Suzuki, hay que añadir un depósito de gasolina con la friolera de 11 litros de capacidad, lo que le confiere una autonomía destacable.

Dejando a un lado su agresiva y muy atractiva estética -las versiones en azul, con la decoración que la marca utiliza en competición ofrecen un look casi de carreras, mientras que las negras, rojas o blancas resultan muy elegantes-, conviene destacar el excelente nivel de acabados que ambas lucen y el completísimo nivel de equipamiento -plagado de detalles, como su cuadro digital, el sistema de arranque sin llave, etc.-. Y es que Suzuki ha cuidado a sus pequeñas 125 como a cualquier otra GSX-R o S, de la gama, dotándolas de sus últimas tecnologías, como el cumplimiento de la estricta norma de emisiones Euro4, o el incluir el sistema antibloqueo de frenos ABS, como equipo de serie en ambas.

Como oferta de lanzamiento, Motos Marín -en cuyas instalaciones hay unidades de prueba, para todo el que esté interesado- ofrece la Suzuki GSX-S125Z en 3.999 euros, mientras que la GSX-R125 sube hasta 4.299 euros -esta última es la que porta carenado integral-, lo que las sitúa en una ventajosa posición frente a sus más caras y no tan brillantes competidoras.