Hace unos meses dábamos cuenta de un Mustang GT 5.0 en versión cerrada Fastback, y ahora hacemos lo propio con su hermano descapotable (Convertible) de igual potencia. El nuevo Ford Mustang, aunque rediseñado y puesto al día, cumple a rajatabla con los cánones estéticos de los ´muscle car´ de toda la vida: frontal prominente y agresivo, pasos de rueda ensanchados y una zaga sólida y potente. Que sea descapotable no hace sino aumentar las sensaciones que ya notamos con el GT 5.0 cerrado de 418 CV, a costa de un sobreprecio de 4.000 euros sobre éste.

El rotundo deportivo de Ford tiene una longitud en sus dos versiones de 4,78 metros, con 1,92 metros de ancho. En su apariencia descarada, llama la atención su frontal de rasgos afilados con unas ópticas penetrantes y una calandra de gran tamaño donde luce el emblema tan característico del deportivo americano. Detrás sigue evocando a las generaciones pasadas mostrando los reconocibles pilotos fragmentados en vertical dentro de una franja negra brillante que aumenta la sensación de anchura. Por otro lado, su interior parece más sofisticado y europeo por las formas del salpicadero, hay calidad en los materiales e incorpora el sistema multimedia SYNC de Ford con pantalla táctil de 8 pulgadas. El cuadro de mandos resulta completo gracias a su otra pantalla que muestra una gran cantidad de datos en el ordenador de a bordo. Está homologado para cuatro pasajeros, en ambas versiones, y las plazas delanteras son especialmente amplias, pudiendo ser en opción de la marca Recaro. El maletero rebaja su capacidad por el hueco del techo escamoteable hasta los 332 litros.

De las dos posibilidades mecánicas nos quedamos sin dudar con el más potente de ocho cilindros, que nos regala sobre el 2.3 EcoBoost de 314 CV unas reacciones más contundentes (y un sonido espectacular) por 7.000 euros más con un gasto de combustible razonable (homologa 13,6 litros por cada 100 km). También se puede elegir un cambio automático de seis relaciones con un sobreprecio de 3.000 euros. Nosotros lo hemos probado con la caja manual de delicioso tacto.

Pocos motores hay en el mercado como el que anima a este Mustang GT, de cinco litros de cilindrada y una configuración ´como Dios manda´: nada de turbos, una zona alta poderosa y ocho cilindros en arquitectura de ´V´. Al no estar endulzado, su respuesta es muy progresiva y, por tanto, dosificable, aunque hay que contar con que ya a solo 1.000 vueltas puede con todo, y llega a las 7.000 revoluciones como un trueno (en el sentido más literal). Esa elasticidad nos hace recurrir con menos frecuencia al cambio de marchas, que nos ha encantado por su tacto deportivo que permite insertar las relaciones con mucha precisión.

Muy sensitivo, el Mustang GT Convertible es ágil y a ritmos altos nos ha sorprendido por su aplomo. Es verdad que la zaga puede salir disparada en un golpe de gas mal dado, pero en general es más dócil de lo que pensábamos. En ese sentido nos ayuda la configuración europea del eje trasero, más elaborada que el eje rígido de anteriores ediciones americanas. Con todo, los programas electrónicos se pueden desconectar, pero conviene estar versado en estas lides porque el motor empuja mucho y el bastidor tiene un límite. Además, nos da la impresión de que el tarado de las suspensiones de este convertible es más suave que el de la variante cerrada (algo que hay que tener en cuenta), aunque no resta agilidad en tramos lentos.

Al ser la versión más alta de la gama, el GT monta de serie un montón de elementos, como el acceso y arranque sin llaves, la tapicería de cuero, la cámara de visión trasera, los ajustes eléctricos para el asiento del conductor, las llantas de 19 pulgadas, los pilotos de Led, los vistosos detalles repartidos por la carrocería con la figura del ´pony´, la suspensión deportiva, la frenada de emergencia en ciudad, el programador de velocidad, o el asistente al arranque en pendientes, entre otros. El listado se puede completar con unos paquetes que añaden navegación y sistema de sonido con hasta doce altavoces (SYNC 3), llantas exclusivas, cuero ´premium´ para los asientos, alarma o más detalles para personalizar la carrocería.

El precio del Ford Mustang GT 5.0 Convertible es de 50.950 euros con cambio manual. Si se prefiere con la caja automática, el coste sube hasta los 53.950 euros.