A la venta a principios de este año, el nuevo Countryman ha dado un paso de gigante en materia de espacio y capacidad, así como en tecnología, siempre apadrinada por el gigante automovilístico BMW. El MINI más grande mide 4,30 metros de longitud (20 centímetros más que su anterior generación) y tiene un aspecto mucho más agresivo y sofisticado. Como su distancia entre ejes (una de las cotas principales que determinan el espacio interior) también es mayor, el Countryman presenta un habitáculo propio de compacto con unos materiales que superan en calidad y ajustes (y posibilidades de personalización, marca de la casa, y dotación) a la mayoría de contrincantes. La fila trasera puede dar cabida a tres personas, aunque mejor si el que ocupa la plaza central es un niño o un adulto de baja estatura debido a la forma de los asientos, que además están separados en proporciones 40/20/40 y cuyos respaldos se pueden abatir por separado o ajustar su inclinación. Además se pueden desplazar longitudinalmente 13 centímetros para así dar prioridad a la carga o a los pasajeros, teniendo en cuenta que su maletero ya es grande para el tamaño de la carrocería: 450 litros de capacidad.

En lo que respecta al diseño interior, como se puede apreciar, continua con las líneas básicas de los modelos de la marca, destacando el gran velocímetro circular que preside el salpicadero, aunque evolucionado para contener la pantalla del sistema multimedia (puede ser de 6,5 o de 8,8 pulgadas). La instrumentación la asume otro cuadrante en el sitio clásico tras el volante, más práctico y visual.

La gama mecánica es muy extensa, y queda formada en gasolina por los One (102 CV), Cooper (136 CV), Cooper S (192 CV) y John Cooper Works (231 CV); en gasóleo están los One D (116 CV), Cooper D (150 CV) y Cooper SD (190 CV) y además hay una variante eléctrica Cooper S E ALL4 (224 CV) enchufable. Todos menos los One se pueden asociar a la tracción total ALL4, que va de serie en el potente John Cooper Works y en el híbrido. También hay versiones automáticas con el buen cambio de ocho relaciones. Nosotros hemos podido probar precisamente una unidad dotada con esta caja automática en la variante diésel más potente de 190 CV con tracción total: el MINI Cooper SD Countryman ALL4.

Este Countryman, animado por la misma mecánica que montan los BMW 120d, 220d, 320d... nos ha parecido ideal. Es cierto que tiene un precio de partida que supone unos 5.400 euros más respecto al diésel de 150 CV, pero a cambio monta de serie la caja automática de ocho relaciones de convertidor de par y los 40 CV más se traducen en una poderosa estirada en la zona alta del cuentavueltas. De todas formas, quien prefiera una conducción más tranquila, no exenta tampoco de cierta dinámica, con el propulsor citado de 150 CV tendrá de sobra y además podrá elegir una caja manual si así lo desea. La potencia de nuestro Cooper SD da para todo, da igual que vayamos cargados o que la carretera se empine. Como ya hemos destacado en otras ocasiones, la caja de cambios brilla con luz propia: lee muy bien nuestra conducción y además favorece las reacciones en conjunción con el mando MINI Driving Modes (que modifica también la suspensión adaptativa si la lleva, la dirección o la respuesta de la electrónica de apoyo, entre un modo deportivo, otro de uso normal y otro ahorrativo). Y en cuanto a lo del consumo, este Countryman de 190 CV homologa una media de 4,9 litros por cada 100 km, cuatro décimas más que la versión sin tracción total. Ayudan a ese bajo gasto varias soluciones, como el avance en punto muerto, cuando no se requiere aceleración, si se ha seleccionado el modo de ahorro ´Green´. Otro punto a favor es que con el sistema ALL4, la motricidad en terrenos de baja adherencia es mejor, aunque ese plus de seguridad tiene un sobreprecio de unos 2.200 euros.

El equipamiento a bordo también es de primer nivel y tiene muchas opciones de personalización, al igual que su estética. De serie encontramos acceso y arranque sin llave, climatizador doble, llantas de 19 pulgadas (le limitan en conducción por campo, pese a la tracción total...), sensores de lluvia y luz y ópticas de Led para todas las funciones, entre otros. Para la seguridad, tiene disponible la frenada de emergencia que detecta vehículos y peatones, el programador de velocidad activo, el automatismo que cambia entre las luces de cruce y las de carretera, el reconocimiento de señales de tráfico, la cámara de visión trasera o el asistente de aparcamiento.

El precio de partida del MINI Cooper SD Countryman es de 35.400 euros; si lo preferimos con la tracción total en logar de a las ruedas delanteras, el coste sube hasta los 37.600 euros, un precio superior al de sus competidores, pero a cambio monta mucha tecnología (respaldada por un fabricante ´premium´) y a la vez es uno de los MINI más prácticos de toda la gama, que conserva el excelente tacto que los distingue siendo más grande y algo más pesado.