El compacto francés destaca por su equilibrio y su carta de mecánicas. Además, dentro dispone de una calidad cercana a algunos modelos ´premium´ y su carrocería tiene un atractivo diseño atemporal que le hace aguantar bien frente a la competencia el paso de los años.

Con sus 4,25 metros de longitud apunta de lleno al difícil segmento de los compactos con los argumentos señalados al principio, entre los que llama la atención su oferta de propulsores, con seis motores de gasolina (un bloque de 1,2 litros y tres cilindros con 82, 110 y 130 CV y otro de cuatro cilindros y 1,6 litros con 205, 250 y 272 CV) y cinco de gasóleo (los 1,6 litros de 100 y 120 CV, de éste último hay otra versión de consumo aún más reducido llamada MBC, y el otro bloque de 2.0 litros de 150 y 180 CV). Las cajas de cambios pueden ser manuales de cinco o seis relaciones y algunos motores es posible asociarlos a un cambio automático de seis velocidades. Nosotros contamos para esta ocasión con una unidad dotada del motor diésel de 150 CV, una opción muy interesante para aquellos ruteros que además suelan ir cargados.

El Peugeot 308 es un vehículo muy completo con un interior espacioso incluso en la fila trasera. El acceso a esas plazas resulta cómodo debido al hueco que dejan las puertas de atrás al abrirse y a la forma de éste. Delante, su anchura es como la de una buena berlina y llama la atención, además de por la calidad de los materiales empleados, por el puesto de conducción que tiene un tablero de instrumentos diseñado para que se consulte por encima del volante (´i-cockpit´). Otro elemento en el que reparamos es en el pequeño diámetro del volante, que resulta una delicia a la hora de conducirlo. El resto del salpicadero está bastante despejado gracias a que una pantalla multifunción táctil (de 10 pulgadas y de serie desde los acabados intermedios), asume gran parte de las funciones de climatización, multimedia y parámetros del vehículo. En cuanto al hueco de carga, el Peugeot 308 no anda nada mal con un maletero de casi 400 litros de capacidad. La versión de carrocería familiar es toda una referencia con sus 556 litros.

En marcha, el motor diésel de dos litros y 150 CV puede con casi todo. Hace un par de meses tuvimos una unidad también de gasóleo de 120 CV y ya nos gustó por su respuesta viva, pero es que el 308 BlueHdi 150 CV tiene unas prestaciones ya a resaltar. Sube bien de vueltas, incluso desde bajo régimen y nos ha parecido todavía más silencioso que la versión de menos potencia que ya probamos. Otro punto a su favor es el consumo homologado de 3,9 litros por cada 100 km con nuestra versión de caja de cambios manual (nos ha subido un poco en un uso ciudadano). La variante automática incrementa solo un par de décimas, lo que da una idea de lo frugal que es este motor.

El nivel de 150 CV implica el nivel GT Line, que incluye elementos como el asistente al arranque en cuesta, sensores de aparcamiento, dirección asistida variable, ópticas de Led para todas las funciones con luces de día, ordenador de viaje, programador de velocidad, climatizador doble, freno de mano eléctrico, sensores de lluvia y luces, equipo de audio con manos libres y navegación y llantas de 17 pulgadas, entre otros. Además el acabado en cuestión da un toque deportivo a la carrocería que le sienta francamente bien.

El precio del Peugeot 308 2.0 BlueHdi de 150 CV va desde los 25.300 euros. Con el cambio automático de seis relaciones el coste empieza en los 27.000 euros.