Pocas marcas consiguen lo que hace MINI: fabricar distintos formatos manteniendo intacto su afamado tacto de ´kart´ que tantos adeptos ha ido ganando. La gama del fabricante británico, ubicada bajo el paraguas de la todopoderosa BMW, no lo olvidemos, tiene un modelo casi para cada necesidad, sobre todo ahora, que ha ido actualizando sus versiones dándoles espacio (quizá era su punto débil) y muchísima tecnología.

Nos centramos en esta ocasión en el polivalente Clubman, un coche que se lanzó hace aproximadamente un año y medio con un planteamiento muy ambicioso y que trata de tú a tú a compactos tan afamados y consolidados como los Audi A3, BMW Serie 1 o Mercedes-Benz Clase A, por citar algunos. Y por si fuera poco les debate en su propio campo con los argumentos ´premium´ que les permite la marca de lujo de la que depende con su calidad y buen hacer.

Como ya habíamos probado algunas versiones de este modelo, sobre todo las diésel, nos decantamos esta semana por una más que golosa variante de gasolina, concretamente la que rinde 192 CV y que está posicionada bajo el bestial John Cooper Works de 231 CV.

Pasiones aparte, el Cooper S Clubman que hemos disfrutado nos parece muy recomendable por varias razones. La primera es por su formato práctico que le permite espacio interior y corretear por la ciudad sin problemas; también por el equipamiento que lleva y puede sumar; y como no, por su potente motor que en nuestro caso se rubrica con la deseable caja automática de ocho relaciones y la tracción total inteligente ´ALL4´. Lo dicho, con esta configuración no le falta de nada.

Empezamos por esto último, la mecánica, para descubrir un bloque de gasolina de dos litros de cilindrada y 192 CV francamente bueno. Da fuerza en casi cualquier rango del cuentavueltas, siendo así elástico y agradable. Suena muy poco y cuando lo hace, el ruido tiene los aires deportivos que merece el conjunto. Como no podía ser menos, la caja de cambios automática está a la altura del motor, con ocho relaciones, que modifica su funcionamiento dependiendo de los modos de conducción seleccionados. Desde uno ahorrativo ´Green´ que pone punto muerto para avanzar por carretera con la inercia del coche (y que rebaja bastante el consumo), hasta otro más deportivo que pone el acento canalla en las reacciones, pasando por otro intermedio y válido para cualquier uso.

En cuanto a la dinámica, poco hay que decir de un compacto con un bajo centro de gravedad, algo más de 1.500 kg de peso, una puesta a punto soberbia, tracción ´ALL4´ y casi 200 CV... El Cooper S Clubman gira con mucho aplomo, su dirección informa de todo lo que pasa debajo del conductor y de frenos va sobrado. Además, la tracción total inteligente pasa el par al eje trasero cuando conviene, lo que aumenta la confianza al volante y la seguridad. El acierto motriz se salda con un gasto homologado más que coherente: una media de 6,3 litros a los que nos podemos acercar a poco que vigilemos el pie derecho.

Por lo demás, el Clubman es un coche de 4,25 metros de longitud con un interior muy habitable y un maletero de 360 litros de capacidad, ampliables hasta los 1.250 litros abatiendo la fila posterior. Las puertas traseras dan más practicidad (recordamos que el anterior Clubman tenía una sola portezuela detrás más pequeña en el lado del acompañante, que se abría en sentido opuesto, menos útil), al igual que el portón trasero, que está dividido en dos hojas que se abren en compás hacia los laterales. Este movimiento puede ser sin manos, pasando un pie por debajo del paragolpes trasero.

Para ir terminando, hay que mencionar que el listado de dotación es muy extenso. Ya sea de serie o disponible, podemos encontrar llantas de hasta 19 pulgadas, el completo sistema multimedia con navegación (que ha mejorado su operativa y gráficos), ópticas de Led para todas las funciones, cuero y varios elementos destinados a la seguridad (frenada de emergencia con reconocimiento de peatones, detección de señales...).

En resumen, uno de los MINI más prácticos que, con este motor destaca en todo y gasta menos de lo esperado, y que si lo configuramos con la tracción total y el cambio automático no echaremos en falta nada más.

La gama Clubman empieza en los 25.100 euros. Nuestro Cooper S Clubman sube hasta los 31.250 euros. Con el cambio automático y la tracción total cuesta 35.700 euros.