A mitad de año estará en los escaparates de la marca el nuevo Compass, que rompe con la anterior generación con un diseño más parecido a sus hermanos mayores, acompañado de las muchas soluciones que el fabricante imprime en sus excelentes todoterrenos.

Con sus 4,39 metros de longitud, el Compass golpeará duro en un segmento en el que se premia la polivalencia y el confort. Cualidades a las que nuestro protagonista añadirá más posibilidades fuera del asfalto, algo que no suele ser habitual en esta categoría.

La gama mecánica, similar a la del modelo Renegade, queda compuesta por tres motores diésel de 120, 140 y 170 CV y dos de gasolina con 140 y 170 CV. En función del nivel de potencia hay cajas de cambios manuales de seis marchas o automáticas de nueve.

Puede tener tracción a las ruedas delanteras, o bien dos tipos de tracción integral, uno para versiones con caja de cambios manual y otro específico para el cambio automático, que incluye el control de descensos de pendientes y una función hace las veces de reductora. Otras medidas adicionales para la conducción todoterreno son los modos de manejo seleccionables ´Selec-Terrain´ que adaptan la electrónica para varios tipos de firme. También habrá una versión ´Trailhawk´ con más altura libre al suelo y mejores ángulos al modificar los paragolpes, y, al igual que en el resto de los modelos de la marca, el sistema multimedia ´Uconnect´ puede tener varios tamaños de pantalla (entre 5 y 8,4 pulgadas), e incluye una completa conectividad con los últimos teléfonos inteligentes.

En cuestiones de seguridad, cuenta con detectores de ángulos muertos y de tráfico trasero, avisadores de colisión y de salida de carril, así como el control de velocidad adaptativa, cámara de marcha atrás o asistente al aparcamiento.